El eurodiputado húngaro Gyorgy Schopflin, del partido nacionalista Fidesz, ha incendiado el panorama político del país en respuesta a unos comentarios de un integrante de la ONG Human Rights Watch que criticaban su actitud hacia los refugiados.
Andrew Stroehlein censuró en un tuit el uso de Hungría de máscaras y espantapájaros realizados con vegetales para 'protegerse' de migrantes en la frontera, muñecos que han sido colocados por funcionarios húngaros en toda la frontera.
Stroehlein publicó en esta red social que los refugiados estaban huyendo de la tortura y de la guerra, por lo que que unas cabezas hechas con raíces no los iban a detener.
El político húngaro respondió ante esto que "cabezas de cerdo los detendrían más efectivamente".