Estado Islámico difunde un vídeo en el que un niño irrumpe en una habitación con un gran cuchillo en la mano, se abalanza sobre un oso de peluche y empieza a degollarle. La persona que graba le anima al grito de "¡Alá es grande!", un eslogan que el menor repite.
Las imágenes son un ejemplo más de la estrategia emprendida por el grupo yihadista Estado Islámico para adoctrinar a la infancia y convertirla en fieles máquinas de matar.