Según el gobernador, Mosul y sus habitantes muestran cada día una feroz resistencia a la guerrilla terrorista para que no puedan controlar la ciudad. A medida que crece el descontento de la gente, aumentan el número de detenciones y ejecuciones llevadas a cabo por este grupo extremista.
El responsable iraquí ha cifrado en 2.070 el número de personas asesinadas a sangre fría. Además, ha pedido el apoyo a los países árabes y musulmanes para que puedan hacer frente a la amenaza terrorista. Policías, ejército y funcionarios del Estado son las víctimas de esta masacre.
Entre el martes y el miércoles de esta semana, otras 350 personas han sido detenidas.