El jefe de Policía, Hubertus Andrä, ha asegurado que tienen que "comprobar todos los datos para poder decir algo con seguridad, pero ha vivido largo tiempo en Múnich". Si bien no ha precisado cuánto tiempo, ha indicado que ha vivido en la ciudad "más de dos años".
En una rueda de prensa, Andrä ha confirmado que según las investigaciones esta persona es el principal sospechoso y que no existen pruebas de que haya actuado junto a más personas.
"No hay indicaciones de que esté conectado con grupos terroristas, esto será trabajo de las investigaciones", ha añadido el jefe de la Policía bávara.
Sobre los presuntos gritos del agresor antes de iniciar el ataque proclamando su nacionalidad alemana, Ändra ha pedido cautela. "Estamos pidiendo a los testigos los vídeos que han grabado de ese momento, pero todavía no los tenemos, los analizaremos. No podemos excluir nada ni asumir nada", ha puntualizado.
Andrä ha confirmado que el tiroteo empezó en el restaurante de comida rápida y se trasladó al centro comercial, donde se produjo un intercambio de disparos con la Policía.
Las autoridades han confirmado el balance de 10 muertos y 21 heridos, de los cuales tres están en estado crítico.
Según la Policía de Múnich se ha desarrollado una operación a gran escala que incluiría 2.300 efectivos. Si bien los medios han hablado de otras operaciones, no se han confirmado tiroteos en otras partes de la ciudad y la Policía ha emplazado a los periodistas a una nueva rueda de prensa la mañana del sábado.