La ONU advierte del daño que pueden provocar los microplásticos y pellets en animales y humanos
Se estima que unas 14 millones de toneladas de microplásticos contaminan el lecho marino.
Un informe de la ONG Flora & Fauna International advierte de la afectación de los vertidos de pellets y microplásticos a los ecosistemas, también los marinos, y de cómo estos pueden dañar a la alimentación de los animales, al confundirlos con comida, e incluso de los humanos.
El trabajo alerta de que "todas las especies marinas han entrado en contacto con la contaminación por microplásticos" y en el 90% tuvieron un impacto negativo. De hecho, se estima que unas 14 millones de toneladas de microplásticos contaminan el lecho marino.
En estas especies impacta desde el primer escalón de la cadena alimentaria, ya que incluso el zooplancton confunde los microplásticos con comida. En cuanto a los pellets, el documento de Flora & Fauna International señala que hay animales como aves, tortugas marinas o focas que los comen por su parecido a los huevos de peces.
"Los pellets son inherentemente peligrosos debido a los aditivos tóxicos que contienen. También actúan como una esponja, absorbiendo y acumulando bacterias y contaminantes que persisten en el mar. Cuando los pellets entran en contacto con --o son comidos por-- los animales marinos, las toxinas, productos químicos y bacterias pueden potencialmente transferirse al animal", añade el informe.
En cuanto al impacto que tienen sobre el cuerpo humano, Flora & Fauna International avisa de que la exposición a los microplásticos puede alterar las bacterias que mantienen el sistema digestivo, lo que afecta a la absorción de nutrientes e, incluso, aumentan el riesgo de desarrollar un cáncer. Además, ya hay estudios que han detectado microplásticos en la sangre y en pulmones de personas.
El transporte marítimo de toneladas de pellets almacenados en contenedores es el principal método a través del cual viaja este material por todo el mundo. El gran volumen de las mercancías hace "incrementar el riesgo" de contaminación del medio marino, sobre todo cuando los contenedores se caen, se dañan o se abren por no estar bien sellados.
Además, la mayoría de iniciativas y tratados internacionales en torno a los plásticos se centran, principalmente, en prevenir los vertidos de pellets durante su fabricación o transporte en tierra, no tanto en el mar.
La ONG critica en su informe que no existe legislación internacional que recomiende ni fije la manera en la que los pellets deben ir a bordo de los buques cargueros, por lo que sugiere que "urgentemente" se regule la cadena de suministro, un extremo en el que insta a actuar a las administraciones públicas.