El rey abre el año judicial marcado por el debate de la ley de amnistía
Felipe VI preside el principal acto institucional del Poder Judicial en presencia de los magistrados del Tribunal Supremo que juzgaron el procés y en mitad del debate sobre una ley de amnistía.
El rey Felipe VI preside la apertura del año judicial marcado por el debate sobre una ley de amnistía para los condenados por el 'procés', requisito marcado por Carles Puigdemont para propiciar la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno.
Además, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) se encuentra inmerso en un proceso de descomposición después de cinco años con el mandato caducado y sin perspectivas de un acuerdo para su renovación a corto plazo.
Como es tradición, el Tribunal Supremo (TS) acogerá el acto protocolario de apertura del año judicial a las 12:00 horas. Estará presidido por el rey Felipe VI y en él intervendrán el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, para presentar la memoria de actividades del Ministerio Público en 2022, y el presidente interino del TS, Francisco Marín Castán, para abrir el nuevo año judicial.
El debate de la amnistía protagonizará las conversaciones
Aunque probablemente no se hablará del tema en los discursos institucionales, el debate de la amnistía apunta a monopolizar los 'corrillos' que son costumbre en el cóctel posterior.
La ley de amnistía que exige Puigdemont antes de comenzar a negociar con Pedro Sánchez no gusta a la judicatura, mucho menos en el Tribunal Supremo que ha diseñado toda la arquitectura jurídica contra el procés, avalada posteriormente por el Constitucional.
Está en riesgo el futuro del CGPJ, todavía sin renovar
Pero como apuntan algunas voces en la magistratura no solo está en juego la gobernabilidad del país, sino el futuro de instituciones como el CGPJ que está condicionado a lo que ocurra en el panorama político, porque hasta que no haya Gobierno la renovación del órgano de gobierno de los jueces continuará sin efectuarse.
Y no será por la urgencia del tema. Con un presidente interino en el Supremo, que tiene desde hoy 23 vacantes por la jubilación de Fernando Pignatelli (casi un 30% de la plantilla), y con el segundo presidente "por suplencia" del CGPJ, cuyo órgano está fracturado y en descomposición con tan solo 16 vocales y sus funciones limitadas cuando se asoma a los cinco años de una interinidad enquistada.
Desde el Supremo y el CGPJ tildan de "vergüenza" todo el panorama que asola al Poder Judicial porque son conscientes de que el bloqueo de la renovación del Consejo "pinta con volverse endémico" porque no parece que sea una prioridad para el futuro gobierno, sea cual sea.