La dirección nacional afirma que no se podía consentir la pésima imagen del PSOE madrileño por culpa de la inestabilidad interna en importantes agrupaciones, como Leganés y Aranjuez, pero sobre todo por la sombra de sospecha sobre Gómez por su gestión cuando era alcalde de la localidad madrileña de Parla y por el escándalo que supuso la dimisión del regidor de esta localidad, José María Fraile, tras la operación Púnica.
Ante la actitud rebelde del hasta ahora líder madrileño, el PSOE mantiene el pulso contra Tomás Gómez y el secretario de organización, César Luena, le ha recordado que "debe recordar que el que manda es Pedro Sánchez".
El número dos del PSOE, que ha sido el encargado de explicar en rueda de prensa los motivos por los que se ha tomado esta dura decisión, ha advertido a los socialistas madrileños que respaldan a Gómez de que "las resoluciones de la dirección son de obligado cumplimiento y de que hay mecanismos para hacer que se cumplan".
El PSOE insiste en que la dirección de la Comunidad de Madrid está suspendida y explica que ha asumido sus funciones una gestora capitaneada por el diputado madrileño y ex candidato autonómico, Rafael Simancas.