García-Margallo, antes de comenzar la primera sesión de investidura de Mariano Rajoy, cree que ya se ha dado un primer paso en la "buena dirección" con el acuerdo firmado con Ciudadanos que "parece que rezuma mucho aire de transición, mucha reforma y mucho centrismo".
También la diputada del PP Celia Villalobos ha dicho no esperar que los socialistas cambien de postura, aunque si lo hicieran, ha recalcado, "sería de infarto".
Desde el PNV, su portavoz, Aitor Esteban, ha vuelto a dejar claro que su grupo votará "no" a la investidura de Rajoy y ha subrayado que no se siente presionado por el hecho de que un cambio en su voto allanaría también el camino a la formación de Gobierno: "fíjese que presión siento, que casi floto", ha replicado.
Toni Cantó, diputado de Ciudadanos, no quiere ver la sesión de hoy como de "puro teatro", pese a estar abocada al fracaso, pero piensa, no obstante, que es un trámite que "hay que pasar".
En cambio, el portavoz de Convergencia, Francesc Homs, sí piensa, "sin ninguna duda", que es un teatro el programa acordado entre PP y Ciudadanos, ha dicho a los periodistas.
Para el portavoz de ERC, Joan Tardá, la sesión de hoy es para escuchar lo que dicen "las derechas" tras ponerse de acuerdo "y ver cómo lo celebran".
Diego Cañamero, diputado de Podemos que se estrena en la Cámara, ha bromeado al afirmar que con tal de no tener que escuchar a Rajoy "es capaz de votarle" para arremeter acto seguido contra el gobierno del PP, al que ha tachado de "temerario".
Y el líder de Compromís, Joan Baldoví, ha puesto la pelota en el tejado del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, afirmando que a partir del viernes, tras decir "no" a Rajoy dos veces, tendrá que plantearse un "sí" a un gobierno del cambio y determinar si quiere liderar esa alternativa.