La Guardia Civil de La Rioja ha investigado a un hombre de 30 años como presunto autor de un delito de maltrato animal al haber encerrado en varias jaulas a cinco perros de su propiedad que murieron de forma "agónica y cruel" por inanición, en el municipio riojano de Autol.
En una nota, la Guardia Civil ha detallado este jueves que su Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) inició las actuaciones el pasado día 12, tras una llamada telefónica en la que informaron del hallazgo de una perra de raza mestiza en situación de abandono y estado famélico en el paraje conocido como "Campillo", en Autol.
Agentes del Seprona constataron los hechos y, al reconocer la zona de "Campillo", descubrieron en una perrera "los cadáveres de cinco perros en avanzado estado de descomposición, como consecuencia de haber sido encerrados en varias jaulas, en las que fallecieron de manera agónica y cruel por inanición".
Los microchips hallados en los cuerpos de los animales han permitido la identificación y localización de su propietario, quien quedó en libertad con la obligatoriedad de comparecer ante la autoridad judicial cuando sea requerido. Este hombre, vecino de la ciudad riojana de Arnedo, ya había sido denunciado en varias ocasiones por infracciones administrativas a las leyes de Protección del Medio Ambiente de La Rioja y sobre la tenencia de animales potencialmente peligrosos.
La perra de raza mestiza encontrada con vida ha quedado bajo la custodia de un particular, quien le aportará los cuidados necesarios para su recuperación. Las diligencias instruidas por estos hechos han sido puestos a disposición del Juzgado de Guardia en Calahorra (La Rioja), ha indicado la Guardia Civil.
En la nota, el instituto armado recuerda que el artículo 337 del Código Penal tipifica el hecho de maltratar injustificadamente a animales domésticos o amansados causándoles la muerte o provocándoles lesiones que menoscaben gravemente su salud. La pena prevista para ese caso es la de prisión de tres meses a un año e inhabilitación especial de uno a tres años para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales.