Madrid |
Y esta vez, el líder de los socialistas de esa comunidad, apunta a la cabeza del gobierno: "No podemos tener una política de infarto tras infarto" - señalaba desde Guadalajara, al referirse a lo ocurrido el pasado miércoles con la votación de los reales decretos aprobados gracias al pacto con Junts Per Catalunya y las nuevas cesiones a Carles Puigdemont.
García Page afea a Pedro Sánchez -esta vez desde la localidad alcarreña de Marchamalo- su tolerancia con los independentistas de Junts que con sus exigencias para gestionar la política de inmigración demuestran "que son supremacistas cuando no xenófobos". " Si por Puigdemont fuera -señala el presidente autonómico- yo sería un extranjero, por tanto, no puedo tener ninguna tranquilidad y sobre todo me preocupa que estas cosas sean objeto de mercadeo en el último minuto. Porque un país serio -añade- no puede estar jugando con las cosas de comer de la manera que se está jugando".
Palabras duras para un anfitrión a la fuerza (García Page asegura que se ha enterado por la prensa) que mañana acoge precisamente en Toledo a Pedro Sánchez y sus ministros en el cónclave anual de Los Yébenes. Un año más, ahí tendrá lugar el retiro político espiritual del gobierno en la finca Quintos de Mora.
Y aprovechando esa cita, el presidente autonómico socialista más crítico con Sánchez deseaba que allí "tengan la oportunidad de pensar y reflexionar, a dónde conduce la situación actual y si alguien puede decir en dónde acaba todo esto. Porque cuando no se sabe dónde va a acabar... -decía el lider socialista- ya el camino no merece la pena.