Los agentes han realizado cuatro registros domiciliarios en los que encontraron una gran cantidad de material informático con archivos de contenido pedófilo.
Uno de los arrestados tenía ocultas varias cámaras-espía en el aseo para captar las imágenes del resto de miembros de su familia u otras personas que usaran el baño y la autoridad judicial ha decretado su ingreso en prisión a tenor de la gravedad de los hechos que se le imputan.
El individuo ya ha ingresado en prisión, mientras que otro de los arrestados trabaja en una ONG. El juez le ha prohibido trabajar junto a menores.
Los cuatro detenidos no tenían relación entre ellos, aunque seguían el mismo patrón delictivo. Todos descargaban contenido pedófilo desde sus casas para su posterior difusión por la red.