El núcleo duro de esta red estaba formada por 14 personas que, en su mayoría, estaban asentadas en La Coruña. Se trataba de una banda muy jerarquizada y con altos conocimientos profesionales y tecnológicos.
Según el portavoz de la Guardia Civil, Félix Ruiz, "el responsable de la red tenía un férreo control sobre sus subordinados, teniendo incluso personas desplazadas en Sudamérica, encargadas de labores comerciales para adquirir droga al mejor precio y al mejor postor".
La operación de la Guardia Civil estuvo coordinada desde Pontevedra y ha durado un año, a lo largo del cual, han sido abortadas distintas operaciones que los delincuentes querían llevar a cabo para transportar droga desde Sudamérica hasta Europa.