Bernard y Pineda llevan desde primera hora en los calabozos del edificio como acusados, junto a otras tres personas de su confianza.
El juez Santiago Pedraz y el fiscal les interrogará por presuntas extorsiones a entidades financieras y su entorno a cambio de conseguir publicidad en las publicaciones de Ausbanc o por el supuesto chantaje a la defensa de la infanta y a los bancos para que Manos Limpias retirara la acusación en el 'caso Nóos'.
Además de extorsión se les acusa de estafa, fraude en las subvenciones y organización criminal, entre otros delitos.