ESPAÑA

Las claves de la legislatura más difícil: de la debilidad parlamentaria a Puigdemont y el verificador

Sánchez se enfrenta a una de las legislaturas más difíciles que se recuerdan en la que necesitará el apoyo de todos sus socios para sacar adelante sus proyectos.

👉PSOE y Junts se reúnen por primera vez este sábado en Ginebra 

Roberto Gómez Ramos

Madrid | 30.11.2023 06:04

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en una foto de archivo | Europa Press

Se cumplen dos semanas desde que Pedro Sánchez fue investido presidente del Gobierno y echara a andar la que se espera que sea una de las legislaturas más difíciles que se recuerdan. El líder del PSOE consiguió más apoyos que en su anterior investidura, pero esto le llevó a negociar con más grupos parlamentarios y llegar a acuerdos que pueden terminar pasándole factura durante los próximos años.

Será una legislatura difícil para el gobierno de coalición ya que necesita mantener el apoyo de todos los grupos parlamentarios para sacar adelante cualquier tipo de medida. Los 171 votos negativos de PP, Vox y UPN, llevan a Sánchez a necesitar a todos todo el tiempo en todas partes.

Pero esto se antoja bastante complicado debido a las diferencias básicas existentes entre todos los grupos que votaron 'sí' a la investidura, entre los que encontramos a partidos nacionalistas más conservadores, como Junts o PNV, y a otros más progresistas como ERC o Bildu.

El Senado y las Comunidades, en manos del PP

Otro de los aspectos que no pondrá las cosas fáciles al gobierno de coalición a nivel legislativo es la mayoría absoluta del PP en el Senado, que retrasará la aprobación de leyes o Presupuestos Generales del Estado.

Es algo que ya estamos viendo en torno a la polémica Ley de Amnistía, que la Cámara Alta pretende retrasar con una reforma del Reglamento que permitirá dilatar su aprobación hasta más de dos meses.

Tampoco serán fáciles las negociaciones con las comunidades autónomas, muchas de ellas gobernadas por el PP.

País Vasco y Galicia, en el horizonte

A pesar de que hace solo cuatro meses de las elecciones generales, en algunas regiones de España no tardarán mucho en volver a las urnas. País Vasco y Galicia volverán a votar en 2024 en unas elecciones que podrían cambiar muchas cosas en clave regional.

Los sondeos en Galicia indican que el PP volvería a lograr la mayoría absoluta, aunque en Euskadi podríamos ver el sorpasso de Bildu al PNV. Se podría abrir aquí un nuevo escenario para el PSOE, pues su apoyo sería clave para decidir quién es el nuevo lehendakari.

Esto pondría a los socialistas en una posición delicada, pues tendría que elegir entre dos de sus socios de investidura. Algo similar podría ocurrir en Cataluña, aunque si no hay adelanto electoral, estos comicios no se celebrarán hasta 2025.

Puigdemont y el verificador

No será menor el control al que Junts someterá al gobierno. En el acuerdo para la investidura de Sánchez, ambos partidos se comprometían a celebrar reuniones periódicas para llevar a cabo un control de éste con la figura de un mecanismo internacional para "acompañar, verificar y realizar seguimiento de todo el proceso de negociación y de los acuerdos entre ambas formaciones".

La primera de estas reuniones se celebrará este sábado en Ginebra (Suiza), después de que PSOE y Junts cuadraran agendas. En el acuerdo ya pactaron que en esta primera reunión se abordaran cuestiones del reconocimiento nacional de Cataluñay el supuesto déficit del Estado con esta comunidad.

Según lo firmado, Junts propondrá la celebración de un referéndum de autodeterminación sobre el futuro político de Cataluña amparado en la Constitución, mientras que el PSOE defenderá el amplio desarrollo del Estatut de 2006.