Así lo ha dicho la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, en la que ha transmitido sus condolencias a las familiares de las víctimas del accidente, al igual que han hecho a lo largo de la mañana tanto responsables del Ministerio de Fomento, como de las empresas públicas Adif y Renfe.
Adif ha abierto una investigación para determinar las causas del accidente ferroviario, mientras que Fomento y Renfe han activado el Plan de Asistencia a Víctimas de Accidentes Ferroviarios y sus Familiares (PAVAF).
También se ha facilitado un teléfono de atención a víctimas (900 101 020) y se han habilitado centros de atención a familiares en la estación de Vigo y en el lugar del accidente.
El tren Vigo-Oporto con salida a las 09.02 de la ciudad gallega, descarriló en torno a las 09.25 a la altura de O Porriño con 65 personas a bordo (63 viajeros, el maquinista y el interventor).
El servicio Vigo-Oporto, llamado Tren Celta, se presta de forma combinada entre Renfe y la empresa ferroviaria portuguesa Comboios de Portugal.