Durante su primera comparecencia en la Comisión de Economía Congreso para exponer las líneas políticas de actuación de su departamento, Calviño ha destacado que el crecimiento de la economía española seguirá "siendo notable", si bien experimentará una moderación en corto plazo, con lo que el PIB aumentará el 2,7 % este año.
Una estimación que considera prudente y que -ha dicho- se verá impulsada por el consumo interno y la inversión, así como por el impacto positivo del sector exterior, al tiempo que ha indicado que la balanza por cuenta corriente volverá a tener superávit en 2018.
Calviño ha dicho que hay que ser "ambiciosos" para "aprovechar la ventana" que ofrecen los buenos datos macroeconómicos, aunque ha alertado de algunos riesgos que existen en el mercado laboral, donde la crisis económica ha dejado trabajo precarizado. "Generar empleo precarizando las condiciones laborales no es buena receta", ha dicho al tiempo que ha instado a los grupos parlamentarios a trabajar con "honestidad y lealtad" para cerrar acuerdos amplios, que -en su opinión- son los que perduran en el tiempo.
"Todos estamos interesados en que España tenga credibilidad y sea una economía fuerte y resistente y por eso mi ambición va mas allá de acuerdos puntuales y espero que juntos sentemos las bases de un crecimiento sólido, sostenible y justo a medio plazo", ha afirmado al abogar por un diálogo "certero" y poner como ejemplo el Acuerdo de Negociación Colectiva firmado por los agentes sociales. La ministra ha señalado que la política económica debe conjugar la estabilidad presupuestaria y una política social y mediambiental que garantice que "nadie quede atrás".