ESPECIAL | 10 AÑOS DEL FIN DE ETA

Alsina, Sémper y Madina explican a los jóvenes el impacto del terror de ETA

Con el 10º aniversario del desarme definitivo de ETA, en Onda Cero repasamos algunas de las claves de este momento histórico y relata cómo el terrorismo afectó durante 43 años a toda lasociedad española.

ondacero.es

Madrid | 20.10.2021 11:03 (Publicado 20.10.2021 09:56)

Hace 10 años, concretamente el 20 de octubre de 2011, la organización terrorista ETA, responsable de 864 asesinatos y más de 7.000 heridos entre 1968 y 2010, anunciaba mediante un comunicado que renunciaba definitivamente a la lucha armada, lo que cerró uno de los capítulos más oscuros de la España actual. A pesar de los años, la herida sigue abierta, sobre todo para las víctimas.

Diez años después de este histórico momento, en 'Más de uno' hemos decidido realizar el programa desde el barrio de Aluche (Madrid) donde hace treinta años, un 17 de octubre de 1991, ETA cometió varios atentados, entre ellos contra Irene Villa y su madre, María Jesús González.

En este lugar quedamos con Borja Sémper y Edu Madina, dos vascos que de jóvenes empezaron a interesarse por la política, a sabiendas de que eso, en el País Vasco, suponía convertirse en posible objetivo de ETA. Años después, a Eduardo Madina le pusieron una bomba lapa en el coche que le dejó malherido, a Borja Sémper tenían planeado matarle y se libró por poco. Los dos han escrito el libro 'Todos los futuros perdidos' donde relatan sus experiencias y reflexiones diez años después de que ETA anunciase su fin.

¿El miedo explica el silencio de gran parte de la sociedad vasca?

Para hablar, recordar y enseñar lo que fue ETA y cómo hirió a toda la sociedad española, junto a Sémper y Madina está un grupo de adolescentes que han tenido la suerte de crecer en un país sin terrorismo. Durante la conversación, Mario, un joven de 15 años, se muestra sorprendido por cómo Sémper y Madina relatan en el libro la indiferencia que parte de la sociedad vasca sentía sobre los atentados.

Sobre esto, Madina hace hincapié en la importancia de implicarse y tomar partido con las injusticias. En aquella época, "hubo mucha gente que decidió que aquellos atentados no iban con ellos, que decidieron que ocurrían muy lejos de Euskadi aunque pasasen en su misma calle", sostiene Madina.

Después de tanto tiempo, sigue preguntándose: "¿Es el miedo el que lo explica todo? ¿Es el miedo el que lleva a parte de la sociedad a bloquearse ya no responder?" A pesar de no haber obtenido respuesta, Madina insiste en que "hay que dar la cara, porque cuando suenan palabras contra otros normalmente no tardan mucho en sonar contra nosotros".

Grupo de jóvenes | Onda Cero

Los testigos del atentado a Irene Villa y su madre en el madrileño barrio de Aluche

Hace 30 años Agustín era el conserje de una casa de la calle Camarena en el barrio de Aluche, en Madrid. Una mañana de octubre, concretamente el 17 de octubre de 1991, estaba barriendo el portal cuando escuchó una explosión. Se trataba de una bomba lapa que la banda terrorista ETA había puesto en el coche de María Jesús González, que trabajaba en la comisaría de Los Cármenes.

María Jesús cogía el coche para llevar al instituto a su hija, Irene Villa. Con aquella explosión ambas fueron heridas de gravedad; Irene perdió las dos piernas y su madre una pierna y un brazo.

Agustín recuerda hoy emocionado cómo salió corriendo a la calle para intentar socorrerlas. De hecho, sale en las fotografías de aquel día con el mono de trabajo puesto. En ese momento, muchos periodistas y fotógrafos fueron a hablar con él, pero se negó a hablar: “Déjenme en paz que no quiero saber nada más de todo esto”.

Después del atentado, cuenta, estuvo mucho tiempo sin hablar de lo ocurrido: "Lo pasé muy mal, no quise hablar con nadie, he estado muchos años callado". Muchos años después se lo contó a su nieto Diego, que ahora tiene 20 años, y alucina cómo algo así pudo suceder en este barrio donde hace su vida.

En 'Julia en la Onda' comentamos el significado que las palabras de Otegi tienen para las víctimas

En El Gabinete de 'Julia en la onda' del pasado martes también se ha tratado el aniversario de ETA, pero en este caso sobre las consecuencias de este negro episodio de la historia de España. Julián Casanova detallaba que todos los procesos con víctimas y verdugos tienen las mismas características. En primer lugar, los asesinos difícilmente reconocen la autoría de sus crímenes y también es complicado establecer un relato de apoyo sobre las víctimas, como pasó en Reino Unido con el IRA. En tercer lugar, "las memorias se cruzan", es decir, es imposible marcar una verdad única porque esta siempre es relativa y finalmente, todo dependerá del momento y de la interpretación que se dé a esto.

Mientras, Elisa Beni apuntaba que "siempre será insuficiente lo que dice Otegi para las víctimas de ETA", aunque desde el punto de vista político, solo se puede decir que una parte de la izquierda abertzale está relacionada con esta organización terrorista porque EH Bildu es una coalición de muchos partidos. "No tiene nada que ver con los presupuestos. Ya han dicho que van a pactarlos porque la alternativa es un Gobierno de PP y Vox", ha añadido.

Finalmente, Arantxa Tirado ha recordado que el conflicto sigue abierto y el pronunciamiento de Otegi "supone un punto de inflexión". "Hay dificultades en este país para llevar a cabo un proyecto de paz para ciertos sectores políticos debido a que han utilizado este drama para beneficios propios", ha incidido.

En 'Por fin no es lunes' analizamos qué conocimiento hay actualmente sobre la banda terrorista

Redondeamos este especial con la entrevista realizada el fin de semana pasado a Borja Ortiz de Gondra, escritor y dramaturgo, en 'Por fin no es lunes', en la que se analizó cuál es el conocimiento que se tiene en la actualidad sobre la banda terrorista y la capacidad de cerrar heridas. Para él, "debemos aprender a convivir con la diferencia y permitirnos respetarnos y sintiendo distinto porque estamos empeñados en tirarnos los trastos en lo que nos separa. ¿Por qué no podemos pensar que debajo de eso hay algo que nos une?".

Asimismo, declaraba que le "dolía" lo que pasó en el País Vasco porque es su lugar en el mundo, pero que prefería centrarse en algo mucho más universal: "cómo se puede llegar al perdón y al olvido". "Los jóvenes deberían saberlo, pero para poder olvidarlo. El hecho de no saberlo va a hacer que tal vez lo perpetúen y lo miren sin distancia crítica, pero cuando lo sepan, podrán integrarlo como algo que pasó", incidía al preguntarse el conocimiento de los más jóvenes sobre ETA.