Qué va a pasar con la marca Seat: cómo afectará a mi coche

Thomas Schäfer, CEO de la marca Volkswagen y presidente del consejo de Administración de Seat SA, aseguró en el Salón del Automóvil de Múnich que Seat iba a desaparecer como marca. La noticia fue rápidamente desmentida por el propio Schäfer y rectificada por 'Autocar', el medio que recogió sus declaraciones.

"Un medio británico ha malinterpretado mis palabras. Nada más lejos de la realidad, yo no he dicho eso", afirmó el ejecutivo alemán responsable mundial de las marcas generalistas del Grupo Volkswagen (Volkswagen, Skoda, Cupra y Seat). Quiso apaciguar sus declaraciones y aseguro que le estaban "buscando un nuevo rol" a la marca pero que "Cupra sería el futuro".

La compañía española difundió un comunicado en el que calificaba de "imprecisas" las informaciones y transmitía que la marca estaba "con una cartera de pedidos muy alta y la mejor gama de producto de su historia" y que el momento de su electrificación "llegará y será diferente, pretendemos actualizar los modelos Ibiza, Arona y León para seguir ofreciendo coches híbridos enchufables y de bajo consumo hasta el final de la era de la combustión", añadía.

Mikel Palomera, director general de Seat, era tajante con sus declaraciones: "Se han empeñado en matar la marca y al final terminarán consiguiéndolo", en referencia a las informaciones difundidas. "SEAT tiene el I+D para desarrollar un Ibiza eléctrico mañana y por un coste bajo. No vamos a competir entre las dos marcas, pero Cupra no bajará a esos segmentos".

Seat actualmente es una de las dos partes de la compañía Seat SA. La otra es Cupra, que fue lanzada en el año 2018 está propulsando las ventas del grupo. En 2022 llegó a comercializar 152.900 vehículos en todo el mundo con los que la compañía volvió a generar los beneficios del pasado ejercicio, con unas ganancias operativas de 33 millones de euros.

Schäfer quiso asegurar que se trata de una compañía rentable y que ha logrado incrementar en un 38% los ingresos por coche desde 2018, hasta los 20.000 euros de ticket medio por vehículo que registraron el pasado año. Parte de ello se debe al encarecimiento global de la producción, pero también por la cada vez mayor presencia de modelos de Cupra en la ecuación.