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La reforma de las pensiones que se aprobó en 2013 contemplaba un aumento progresivo de la edad de jubilación hasta 2027 y del número de años cotizados necesarios para poder jubilarse. En 2027, los trabajadores que quieran retirarse lo podrán hacer a los 65, siempre hayan cotizado al menos 38 años y medio.
Para 2022, la edad ordinaria de jubilación son los 66 años y dos meses siempre que se haya cotizado menos de 37 años y 6 meses de cotizaciones y 65 años si se ha cotizado durante más tiempo. En 2023, para poder retirarse a los 65 será necesario haber aportado a la Seguridad Social durante al menos 37 años y nueve meses y, en el caso de que no haya sido posible haber alcanzado ese periodo de cotización, será necesario esperar a los 66 años y cuatro meses.
Un 40% de los trabajadores sigue optando por la jubilación anticipada pese a las penalizaciones que se contemplan en el primer paquete de la reforma de pensiones vigente desde el 1 de enero de este año. Si por el contrario, se decide demorar la jubilación, está contemplado un incentivo adicional en su pensión del 4% por cada año completo de retraso cotizado respecto a la edad ordinaria en la que pudo jubilarse.
Además, existe la opción de recibir el capital por cada año de retraso en un solo pago. Si se ha cotizado más de 44 años también tendrá una recompensa extra.
Otra opción es recurrir a la jubilación activa, que permite disfrutar de la pensión y compatibilizarla con un trabajo por cuenta ajena o por cuenta propia del pensionista.