Un reportaje publicado en exclusiva por la revista ‘Elle’ hace pública la denuncia de nueve mujeres vinculadas con el mundo del cine hacia el productor Alain Sarde. Los testimonios recogen violaciones y agresiones sexuales en la década de los 80 y los 90, cuando las denunciantes eran menores de edad o jóvenes actrices.
El acusado es un reputado productor francés que ha participado en doscientos largometrajes y cincuenta de ellos fueron seleccionadas en la competición oficial de Cannes.
Entre los títulos están películas como “El adversario” de Nicole García, “Esther Kahn” de Arnaud Desplechin, “Mulholland Drive” de David Lynch o “El pianista” de Roman Polanski, que ganó la Palma de Oro en 2002.
En testimonios recogidos por la revista, aparecen relatos como el de la actriz Annelise Hesme, de 24 años en 2001 cuando el productor, que entonces tenía 45 años, no le ofreció un papel, sino un trabajo como escort.
Esta información coincide con la inauguración del festival de Cannes y con la publicación de una columna en el diario Le Monde en la que un centenar de personalidades del mundo del cine, entre las que figuran las actrices Juliette Binoche o Isabelle Adjani, denuncian la inacción de las autoridades frente a los abusos sexuales en el séptimo arte.
"Nuestros testimonios han sacado a la luz una realidad que se negaba: las violencias sexistas y sexuales son sistémicas, no excepcionales. Pero ¿nos escuchan de verdad?", se preguntan las firmantes, entre las que figuran intérpretes que han denunciado ser víctimas, como Judith Godrèche, cuyo activismo provocó que la Asamblea Nacional creara una comisión de investigación.
En su manifiesto piden "una ley integral" contra ese tipo de violencia "que sea ambiciosa y dotada de medios" porque a su juicio "pese al coraje de las víctimas, la impunidad crece". Como dato avanzan que en 2022 "el 94 %" de las denuncias fueron archivadas, una cifra "delirante" e "inaceptable" y aseguran que no aceptan "los anuncios sin actos".
Entre las medidas que piden que se incluya en esa ley figuran que se clarifique la concepción de violación, de consentimiento, que se incluya el incesto, que se persiga a los violadores en serie o se mejore la protección de víctimas o la recogida de pruebas.
También exigen brigadas especializadas o que se prohíba la investigación sobre el pasado sexual de las víctimas, para las que piden un acceso inmediato y gratuito a una ayuda psicológica.