Seis curiosidades que desconocías sobre el espacio y los astronautas
Sara García Alonso, primera astronauta española de la historia, esclarece algunos aspectos sobre el espacio y desmiente algunas de las leyendas más instaladas en las mentes de los aficionados.
🔊 Sara García Alonso: "Cuando los astronautas hacen largas misiones experimentan un envejecimiento acelerado"
¿La orina se recicla en la estación espacial y se convierte en agua potable?
Es cierto. De hecho, afirma la astronauta, hay un dicho muy común en el gremio espacial que reza: “El café de hoy también es el café de mañana”. El agua es un recurso extremadamente limitado en el espacio, por lo que se recicla todo lo posible. La orina, junto con el sudor y la condensación, pasa por sistemas avanzados de purificación que la convierten en agua potable de alta calidad. Este proceso es fundamental para la sostenibilidad de las misiones espaciales de larga duración, como las que se realizan en la Estación Espacial Internacional (ISS), ya que enviar agua desde la Tierra es muy costoso. La NASA estima que alrededor del 93% de los líquidos que se consumen en la ISS se reciclan.
¿La Muralla China se ve desde el espacio?
Falso. Con un telescopio sí se podría, pero a simple vista es imposible. Este es un mito muy extendido, pero en realidad la Muralla China es bastante estrecha y tiene un color que se mezcla con su entorno, lo que la hace difícil de distinguir desde la órbita terrestre. De hecho, los astronautas en la ISS, que orbitan a una altitud de aproximadamente 400 kilómetros, no pueden verla a simple vista. Lo que sí pueden observar son estructuras más grandes y con mayor contraste, como grandes ciudades iluminadas o campos agrícolas en desiertos.
¿Todos los astronautas tienen que tener una visión perfecta?
Falso. Los astronautas pueden tener miopía y llevar gafas, e incluso estar operados con láser. La visión perfecta ya no es un requisito estricto como en las primeras décadas de la carrera espacial. Gracias a los avances en medicina ocular, los astronautas que han sido operados con láser, como la cirugía LASIK, pueden ser seleccionados para misiones espaciales. La NASA y otras agencias espaciales permiten a los astronautas llevar gafas correctivas o lentes de contacto, lo que ha ampliado el rango de candidatos potenciales. Eso sí, los candidatos pasan pruebas exhaustivas para asegurar que su visión, con o sin corrección, cumple los requisitos necesarios para las misiones.
¿Los astronautas crecen en el espacio?
Es cierto. Se puede llegar a crecer hasta diez centímetros, ya que se separan las vértebras. En microgravedad, la columna vertebral se expande porque la presión sobre los discos intervertebrales disminuye, lo que permite que las vértebras se separen más de lo normal. Este fenómeno temporal puede hacer que los astronautas crezcan entre dos y cinco centímetros (hasta diez en casos extremos) mientras están en el espacio. Sin embargo, una vez que regresan a la Tierra y están nuevamente sometidos a la gravedad, vuelven a su altura original. Este cambio de altura también puede causar molestias, como dolores de espalda, mientras los astronautas se adaptan a la microgravedad.
¿En el espacio no puedes ducharte?
Cierto. Se intentaron hacer algunos intentos de duchas, pero no resultó. El agua es un bien escaso y por tanto muy preciado. Si se recicla la orina, es precisamente por el valor que tiene el agua como para gastarla en duchas. La falta de gravedad hace que el agua no fluya como lo hace en la Tierra, por lo que ducharse en el espacio es impráctico. Inicialmente, se intentaron varios sistemas de duchas en el Skylab, pero resultaron demasiado complicados y el agua se dispersaba en forma de burbujas que flotaban por todas partes. En la actualidad, los astronautas utilizan paños húmedos o toallas desechables impregnadas de agua para asearse. El agua, como recurso vital, se utiliza de manera extremadamente cuidadosa y se recicla al máximo.
¿Para ser astronauta tienes que tener experiencia como piloto?
Falso. En el pasado sí que se buscaban fundamentalmente pilotos, pero en la actualidad, con una carrera de ciencias o tecnológica, sería suficiente. Durante las primeras misiones espaciales, la mayoría de los astronautas provenían de las Fuerzas Aéreas o la aviación naval, y se seleccionaban principalmente por su experiencia en pilotaje de aeronaves. Sin embargo, hoy en día, las misiones espaciales requieren un equipo más diverso, con expertos en áreas como ingeniería, biología, física y medicina. La NASA, la ESA y otras agencias espaciales buscan candidatos con fuertes habilidades científicas y técnicas, no solo con experiencia como pilotos, ya que las misiones actuales incluyen tareas de investigación, mantenimiento de equipos y desarrollo de nuevas tecnologías en el espacio.