Con esta decisión, los grupos tecnológicos evitarían la introducción de regulación más estricta en esta materia. De cara a las elecciones al Parlamento Europeo de mayo del próximo año, el brazo ejecutivo de la Unión Europea (UE) quiere impedir la injerencia extranjera tras las acusaciones de intromisión en los comicios presidenciales de Estados Unidos y en el referéndum en el que los británicos votaron a favor de abandonar la UE.
A principios de este año, la Comisión pidió al sector tecnológico, incluyendo a Facebook y Google, y a la industria de la publicidad, que redactara un código de prácticas o se enfrentaría a acciones regulatorias por, a su juicio, no haber hecho lo suficiente para eliminar contenido engañoso o ilegal.
Facebook, Google, Twitter, Mozilla y los anunciantes han respondido con una serie de medidas, dijo Mariya Gabriel, comisaria europea en materia digital. "La industria se está comprometiendo con una amplia gama de medidas, desde la transparencia en la publicidad política hasta el cierre de cuentas falsas y la desmonetización de los proveedores de desinformación, y esto es bienvenido", ha dicho en un comunicado.
Entre las medidas se encuentran un análisis más detallado de la publicidad en cuentas y sitios web que difunden noticias falsas, el rechazo de pagos de dichos sitios, ayudar a los usuarios a comprender por qué han sido objeto de anuncios específicos, distinguir los anuncios del contenido editorial y trabajar con verificadores de datos para filtrar noticias.