Los libros del verano
Este mes de julio, los libros en Julia en la Onda tuvieron un papel especial e independiente en el programa del pasado día 3. Realizamos un pequeño repaso a lo más destacado de la primera mitad del año en todos los géneros. En total 16 libros que pueden alegrarles el verano.
Vuelta al pasado
¡Melisande! ¿Qué son los sueños?, de Hillel Halkin (Asteroide), es una de las sorpresas del año. Se trata de una novela de amor maduro, la primera de un setentón curtido en no ficción y crítica de arte. Narra la historia de tres jóvenes –dos chicos y una chica, Melisande– que se conocen en la redacción de una revista literaria en los años 50. Su amistad se prolonga en el tiempo y condiciona sus vidas. Uno de los chicos, Hoo, convertido en catedrático de filosofía, rememora la relación y la convierte en una extensa carta de amor. La trama se enmarca en un periodo apasionante de la historia de los Estados Unidos: el final del macarthismo y la irrupción de los movimientos de liberación femenina y derechos civiles y las protestas contra la guerra de Vietnam. Traducción de Vanesa Casanova.
Las tres bodas de Manolita, de Almudena Grandes (Tusquets), es la tercera entrega de los Episodios de una guerra interminable y nos lleva al Madrid de la posguerra. Manolita es una joven de 18 años que debe hacerse cargo de sus cuatro hermanos menores, ya que su padre y su madrastra están encarcelados y su hermano mayor, Antonio, se esconde en un tablao. Antonio quiere utilizar una multicopista para publicar pasquines clandestinos y envía a Manolita a visitar a un preso que sabe cómo utilizarla; ese hombre será determinante en la vida de la joven. Grandes vuelve a la carga con una historia coral en la que se mezclan personajes reales y de ficción. Uno de los temas presentes en toda la novela es el de las redes de solidaridad entre los vencidos.
Todo lo que hay, de James Salter (Salamandra), llena un silencio novelístico de 30 años, los que han pasado entre En solitario (1979, El Aleph) y esta novela. Salter tiene casi 90 años y mantiene intacto su buen pulso narrativo. Todo lo que hay es una estupenda obra en la que encontramos los ingredientes clásicos del autor, como los amores complicados y la lucha entre las ambiciones y las emociones. Philip Bowman, el protagonista, es un veterano de la II Guerra Mundial que se emplea en una pequeña editorial de Nueva York en la década de 1950, unos años dorados para el sector. El retrato del ambiente literario de la ciudad es magnífico. El éxito profesional de Bowman no oculta sus dificultades para establecer relaciones amorosas, hasta que conoce a una mujer muy especial. Traducción de Eduardo Jordá.
El gran frío, de Rosa Ribas y Sabine Hoffmann (Siruela), es la segunda novela protagonizada por la periodista Ana Martí, tras la estupenda Don de lenguas. Nos lleva al año 1956 y a su invierno extremadamente frío –en Barcelona se llegó a 8 grados bajo cero–. Ana ha dejado La Vanguardia y trabaja a las órdenes de Enrique Rubio –uno de los periodstas más populares de la época– en el semanario de sucesos El Caso. La llamada de un ambicioso párroco la lleva a un pueblecito del Maestrazgo en el que una niña tiene estigmas y empieza a ganarse fama de santa. Entre la desconfianza de unos y la hostilidad de otros, la periodista intuye que algo muy turbio se oculta tras una historia que no se sostiene. Quienes vivan en un pueblo encontrarán un retrato duro y realista de la España rural de aquellos años; seguro que viajan por el tiempo.
La vida era eso, de Carmen Amoraga (Destino), ganó el pasado premio Nadal. Nos hallamos ante una novela dura, tanto por el tema principal como por su desarrollo. A pesar de ello destaca por su capacidad para emocionar. El pasado no emerge aquí como un escenario lejano en el tiempo –como en las novelas anteriores– sino que es más inmediato y tiene más que ver con la reflexión que con la geografía. La protagonista, Giuliana, se queda viuda con dos niñas pequeñas. Su mundo se ha venido abajo y lo intenta rehacer con la ayuda de unas nuevas relaciones que teje a través de las redes sociales. Jugando con el presente y el pasado, Amoraga va mostrando ese proceso de reconstrucción personal a partir del dolor de la pérdida de la persona querida.
Llámalo thriller
La última noche en Tremore Beach, de Mikel Santiago (ediciones B), puede ser una de las sorpresas del verano. Novela con un toque a lo Stephen King, gracias a una muy bien dosificada mezcla de situaciones cotidianas con fenómenos inexplicables que van creando inquietud para acabar con sensación real de miedo. Es el sorprendente debut de un programador informático vasco residente en Amsterdam después de vivir en Irlanda varios años. Un compositor que ha perdido la inspiración tras un divorcio traumático busca la inspiración en una casa aislada en la costa irlandesa. Todo parece ir sobre ruedas hasta que estalla una tormenta que lo cambia todo. Y hasta aquí puedo explicar sin destripar el asunto. Santiago se ha ganado una buena fama como hábil constructor de relatos cortos que están disponibles en la Red. La prestigiosa editorial Simon & Schuster ha comprado ya sus derechos para los Estados Unidos, una rareza para una obra extranjera y primeriza.
El jilguero, de Donna Tart (Lumen), fue una de las grandes triunfadoras el año pasado en los países de habla inglesa. El The New York Times la incluyó en su selecta lista de las diez mejores novelas de 2013. Se trata de una obra de aires dickensianos, tanto por su extensión –más de 1000 páginas que se devoran– como por una maravillosa galería de personajes, unos giros argumentales sorprendentes y el retrato de una época. No está mal. ¿De qué va? En esencia narra las cuitas de un artista joven cuya madre muere en el atentado contra un museo y que, de rebote, se hace con un valiosísimo cuadro de la escuela flamenca, El jilguero del título. Es, entre otras muchas cosas, una reivindicación del arte y de la cultura como un camino hacia la salvación del ser humano. Traducción de Aurora Echevarría.
El nadador, de Joakim Zander (Suma), no debe confundirse con el cuento del mismo título de John Cheever, que fue llevado al cine en 1968 con Burt Lancaster de protagonista. En este caso es un thriller escandinavo con todo lo bueno de los thrillers, sobre todo el ritmo y la trama con giros inesperados, y lo bueno de los escandinavos, que es tocar personajes y escenarios que nos son muy familiares e incluso cercanos. Nos remontamos a Damasco a principios de los años ochenta, cuando un agente estadounidense abandona a su bebé a un destino incierto. Treinta años después, Klara Walldéen, una joven sueca que trabaja en el Parlamento Europeo, se ve envuelta en una trama de espionaje a nivel internacional en la que está implicado su antiguo amante. Traducción de Pontus Sánchez.
Un millón de gotas, de Víctor del Árbol (Destino). Su autor ha alcanzado hasta ahora una mayor repercusión fuera de España que aquí. No es justo. En Francia, su primera obra, La tristeza del samurái (Alrevés), se convirtió en un fenómeno y consiguió el premio a la mejor novela negra europea de 2012. Un millón de gotas es una obra intensa, entretenida y dura, como todas las suyas. Nos sumerge en la vida de un abogado de capa caída, Gonzalo Gil, que decide investigar las circunstancias que llevaron a su hermana al suicidio. Poco a poco surge una figura del pasado de la que parece depender lo que se cuece en la actualidad; se trata de su padre, un supuesto héroe del antifranquismo. Lo mejor es la sutil madeja de relaciones que unen el pasado con el presente.
El tercer testamento, de Christopher Galt (Rocaeditorial), es una de las propuestas más inclasificables del actual panorama de los thrillers internacionales. Digamos que el título en inglés nos da algunas pistas más: Biblical. Plantea un duelo entre las evidencias científicas y los fenómenos inexplicables. El punto de partida es muy interesante: personas en distintos puntos del mundo empiezan a tener visiones que las trasladan a hechos del pasado o a acontecimientos del futuro. Y se ven literalmente inmersos en ellos, hasta con capacidad para implicarse físicamente. Y a todo eso, se sabe que está en marcha un curioso experimento de neurociencia en la que se busca crear una nueva forma de inteligencia artificial. Traducción de Julia Osuna.
Humor sueco
La analfabeta que era un genio de los números, de Jonas Jonasson (Salamandra), fue una de las grandes triunfadoras del pasado Día del Libro. Quizás porque es la segunda novela del autor de El abuelo que saltó por la ventana y se largó, una de las novelas más vendidas en España en los últimos años. La analfabeta... mantiene las mismas constantes que El abuelo... una delirante mezcla de personajes reales y de ficción, una protagonista extraordinaria en todos los sentidos y una suma inacabable de situaciones delirantes y surrealistas. Jonasson arremete contra la clase política al tiempo que cuestiona la historia oficial. La improbable heroína es una mujer de Soweto, en Sudáfrica, que durante los años 70 busca su lugar en el mundo. Traducción de Sofía Pascual.
Clásicos reeditados
Cuentos completos, de E.T.A. Hoffmann (Cátedra). Recuperamos el horror y el suspense con este clásico cuyos cuentos ha recopilado Cátedra en un solo volumen; contiene tres libros: Fantasías a la manera de Callot, Nocturnos y Los hermanos de san Serapión. Escritor, jurista, dibujante, pintor, cantante y compositor, el alemán Hoffmann (1776-1822) es uno de los escritores más influyentes del Romanticismo europeo. Sus maravillosos cuentos inspiraron a otros grandes escritores, muchas películas y hasta una ópera, la celebérrima Los cuentos de Hoffman, de Offenbach. Sus relatos están llenos de golpes de efecto, de seres fantasmagóricos y fantásticos –que no son lo mismo– en el marco geográfico e histórico de la Alemania de provincias. Traducción de Celia y Rafael Lupiani y Julio Sierra.
Tom Ripley, de Patricia Highsmith (Anagrama). Una oportunidad única para disfrutar de una de las sagas más inquietantes de la literatura criminal. Highsmith es una de las grandes autoras de las segunda mitad del siglo XX y la gran impulsora del suspense psicológico. Aprovechando el tirón mediático del estreno de la película Las dos caras de enero, basada en una de sus novelas, su editorial en España, Anagrama, ha publicado este tomo que reúne las cinco novelas protagonizadas por su personaje Tom Ripley. Los que la conozcan por el cine descubrirán por qué es tan difícil hacer una mala película de sus estupendas novelas. Traducción de Jordi Beltrán.
No ficción
El emperador de todos los males, de Siddhartha Mukherjee (Debate), es un estudio fascinante sobre la historia del cáncer. Una biografía, dice el subtítulo. El punto de partida es una cifra: en 2010 murieron siete millones de personas en todo el mundo por culpa de esa enfermedad. Mukherjee es médico oncólogo y tiene una enorme capacidad divulgativa. No sólo trata de los avances en diagnósticos y terapias, sino que incluye reflexiones de tipo ético y habla de la lucha de los enfermos y de sus familias. Y lo hace en un tono emotivo pero no dramático que se agradece. El resultado es conmovedor y muy atractivo. Mereció el prestigioso Premio Pulitzer de no ficción y la revista Time lo incluyó entre los 100 libros más influyentes publicados desde 1923. Una garantía. Traducción de Horacio Pons.
Sonámbulos, de Christopher Clark (Galaxia Gutenberg), es una de las obras más notables sobre la I Guerra Mundial de cuantas se han publicado a propósito del Centenario del inicio de la contienda, que conmemoramos este año. El título hace referencia a la actuación de las grandes potencias antes del conflicto, ese movimiento aparentemente controlado –mientras se duerme– pero que responde a un impulso inconsciente que puede acabar en desastre. Y acabó. El autor, además de demostrar que la guerra pudo haberse evitado con algo de buena voluntad y mayor capacidad de negociación, plantea escenarios alternativos manejando datos y hechos de ese período. También estuvo entre los favoritos de no ficción del año pasado en los Estados Unidos y el Reino Unido. Traducción de Irene Cifuentes y Alejandro Pradera.
La cuenta atrás, de Alan Weisman (Debate), es uno de los ensayos más estimulantes de los últimos años. Esa cuenta atrás se refiere al tiempo que se nos escapa para intentar frenar el crecimiento demográfico desenfrenado que pone en riesgo nuestro futuro como especie. Es un muy documentado trabajo fruto de dos años de investigación en más de una veintena de países. El autor ha reunido voces de todos los continentes, orientaciones políticas y credos religiosos; pocos trabajos recientes se sustentan en tantas opiniones y tan diversas. Pese a la dureza del tema, es una lectura estimulante que nos enfrenta a hechos, datos y opiniones que ponen a prueba muchas de nuestras convicciones. Las más de 600 páginas del libro están más que justificadas. Traducción de Francisco José Ramos.