Crímenes y amores en la guerra
Extenso artículo el de este post. Incluyo los libros comentados y recomendados en Territorio Comanche, de Julia en la Onda, los viernes 28 de febrero y 14 de marzo. Se trata de Salinger, de David Shields y Shane Salerno (Seix Barral); Cielo de plomo, de Ben Pastor (Alianza); El hombre sin aliento, de Philip Kerr (RBA); En la soledad y en la guerra, de Sonsoles Fernández de Córdoba (Libros Libres); Diario de un espía, de David R. Vidal (Cúpula), y El Telón de Acero, de Anne Applebaum (Debate).
¿La biografía definitiva de Salinger?
Salinger, el documental dedicado a J. D. Salinger, uno de los escritores de culto en todo el mundo gracias a su novela El guardián entre el centeno, fue estrenado en Estados Unidos en septiembre del año pasado. Su realización está en la base del primer libro que comentamos esta semana.
Salinger es uno de los escritores más misteriosos de la historia, aunque en los últimos años se están multiplicando los trabajos sobre su figura. Acaba de publicarse en España una biografía que se publicita como definitiva. No creo que lo sea, aunque su lectura es muy interesante. Podríamos extendernos aquí sobre los perjuicios –y prejuicios– que provocan los elogios excesivos, al crear unas expectativas igualmente excesivas.
Salinger, está escrito por David Shields y Shane Salerno, y publicado por Seix Barral con traducción de Javier Calvo.
Está construido a base de entrevistas personales con personas que estuvieron muy cerca de él en todos los ámbitos. Participan desde amigos hasta actores y escritores que lo han leído y se han sentido influidos por él.
Me ha gustado mucho el apartado dedicado a su participación en la II Guerra Mundial. Salinger formó parte de un grupo especializado en información y contrainformación. Su unidad fue de las primeras que accedieron a la barbarie de los campos de exterminio. Un hecho que lo marcó profundamente.
El libro se abre con una muy buena frase que enmarca toda la lectura: “Salinger pasó diez años escribiendo El guardián entre el centeno y el resto de su vida arrepintiéndose.”
Se estructura en cuatro partes, siguiendo las cuatro fases en las que se divide la vida de los brahmanes o sacerdotes hinduistas: aprendizaje, deberes del dueño de una casa, retirada del mundo y renuncia al mundo.
Con ese esquema hinduista, los autores, David Shields, escritor, y Shane Salerno, guionista, productor y director del documental, recorren la vida del escritor, intentando hallar respuestas a los enigmas que dejó abiertos y, en especial, por qué decidió dejar de publicar y desaparecer de la vida pública.
El guardián entre el centeno es una lectura obligatoria en muchos estados de los EE UU y una obra de culto, no exenta de polémica: el asesino de John Lennon, Mark David Chapman, y el que atentó contra el presidente norteamericano Ronald Reagan, John Hinckley, dijeron haber actuado inspirados por esa novela.
Crímenes y amores en la guerra
En el programa de radio, propusimos a nuestros oyentes un viaje por el tiempo inspirándonos en dos canciones –Lili Marleen y ¡Ay, Carmela!– y tres novelas.
En los últimos años se ha multiplicado en España la publicación de novelas policiacas situadas durante la Segunda Guerra Mundial. Dos autores destacan por encima de los demás. Y ambos tienen novedad en nuestras librerías.
Por aquellas cosas del azar, Cielo de plomo, de Ben Pastor, publicado por Alianza con traducción de Pilar de Vicente, está situada en un lugar hoy al borde de la guerra, Ucrania.
Nos devuelve a un protagonista muy especial, el comandante alemán Martin Bora, protagonista de Lumen (Alianza). Se trata de un tipo de buena cuna, de familia de editores, madre escocesa, culto y que sabe que lucha por una causa perdida y, además, equivocada. Hace tiempo que ha perdido la inocencia y la capacidad para sorprenderse ante la barbarie. Duerme mal y sobrelleva como puede sus contradicciones.
Mientras prepara una nueva unidad de caballería se enfrenta a unos misteriosos asesinatos de campesinos en los bosques cercanos a su acuartelamiento. Al mismo tiempo, debe investigar la muerte de un general ruso que fue hecho prisionero y de un antiguo héroe de la Revolución Soviética que desertó huyendo de Stalin.
Ben Pastor, escritora italo-americana, domina bien el registro de la novela negra y lo mezcla perfectamente con la aventura histórica. La ambientación está cuidada al máximo aunque, en algunos momentos, se me hizo algo excesiva. Nada grave ni que empañe una lectura más que interesante.
El hombre sin aliento, de Philip Kerr, en traducción de Eduardo Iriarte para RBA, es una nueva aventura del antiguo policía y detective berlinés Bernie Gunther, ahora metido a investigador de la –abróchense los cinturones– Oficina de Crímenes de Guerra de la Alemania nazi.
La novela está situada en el frente ruso, tras la derrota de Stalingrado. Gunther es enviado al bosque polaco de Katyn, en el que han aparecido miles de cadáveres. El ministro de propaganda, Joseph Goebbels, quiere que encuentre pruebas de la barbarie soviética para intentar dar un giro teatral al desarrollo de la guerra.
Para los que no conozcan al personaje, Gunther sería la traslación a la Alemania nazi del detective Philip Marlowe. Usa sus mismas armas –inteligencia, socarronería, ironía y unas gotas de cinismo– y su mismo lenguaje.
También se han multiplicado en los últimos años los libros situados en nuestra Guerra Civil e inmediata postguerra. En general, son títulos escritos desde un punto de vista de –digamos– izquierda; unos días antes de la emisión de este comentario, por ejemplo, pasó por el programa Almudena Grandes con su nueva novela, Las tres bodas de Manolita (Tusquets).
Por eso, tenía interés en leer En la soledad y en la guerra, de Sonsoles Fernández de Córdoba, editado por Libros Libres. Ofrece una visión distinta, –digamos– de derechas, de aquellos hechos.
Para alguien –como yo– de familia republicana, ha supuesto un cambio de paradigma estimulante, porque la autora escribe bien y hace un esfuerzo por no ser sectaria, pese a que esa visión de la Guerra Civil en Madrid la recibimos a través de una narradora –la joven Isabel– monárquica y de familia militar.
Isabel, que escribe sus recuerdos por prescripción médica, se enamoró del coronel de artillería Joaquín Pérez Salas –personaje real–, un militar que permaneció fiel a la República. Nos encontramos, pues, ante uno de los conflictos clásicos de las grandes historias de amor: deber frente a deseo. No lean la biografía del coronel hasta acabar la novela, o destriparán buena parte de la resolución. Un spoiler que se dice ahora.
En todo caso, es un claro homenaje al ejército, presente en el libro en ambos bandos, el Nacional, por la familia de la protagonista, y el Republicano, por su amor. Hay una voluntad notable, además, por conseguir una recreación verosímil de la capital de España durante aquellos años trágicos.
Espionaje, investigación y secretos oficiales
Cerrábamos el mes de febrero con el debate que abrió el programa de Jordi Évole sobre el 23-F. Uno de los elementos que destapó la emisión fue la dificultad que existe en España para acceder a según qué tipo de información clasificada.
La legislación española sobre la materia es muy restrictiva y bastante opaca. Por eso no abundan los trabajos de investigación que exploran en nuestro pasado reciente en busca de secretos o de actuaciones de eso que llamamos las cloacas del Estado.
En ese sentido, Diario de un espía, de David R. Vidal, publicado por Cúpula, me ha interesado mucho pero se me ha quedado corto.
El autor ya advierte de las limitaciones legales a las que se enfrentó al abordar su escritura. Y más, cuando, como es su caso, se ha trabajado para el CNI, desde 2000, y en cuestiones relacionadas con la inteligencia desde la década de los 90.
David R. Vidal está especializado en la creación de redes de informadores; lo ha hecho en dieciséis países. En 2010 fue uno de los fundadores de GlobalChase, una academia privada de inteligencia. Él era el agente Juan en los libros de Antonio Salas El año que trafiqué con mujeres y El palestino, ambos publicados por Temas de Hoy.
Diario de un espía, más que un diario, toma la forma de unas memorias sobre el trabajo de un agente de campo del CNI.
Lo mejor es la descripción, sin glamour, de cómo es la vida de un agente de una potencia media como España: cómo trabaja, cómo vive, cómo establece contactos, cómo crea una red de informadores. Y cómo se relaciona con los rivales y con los teóricos aliados de grandes superpotencias.
En cuanto a interés, me ha parecido muy clarificador –por lo que tiene de actualidad estos días en Ceuta y Melilla– todo lo relacionado con la inmigración clandestina y la trata de blancas. Describe cómo funcionan las redes y las mafias, cómo eluden los controles, cómo falsifican los documentos y la connivencia con agentes de policía, militares y políticos corruptos en los distintos países en los que actúan.
También pone los pelos de punta el apartado dedicado a la seguridad informática.
El único inconveniente es que hay tantos temas de peso que, a la fuerza, no puede profundizar en ellos y el libro se queda en un interesantísimo y ameno gran reportaje.
Por cierto, la descripción de la cara cutre de los servicios de información es tremenda. En una de las escenas más cómicas –pese a que el marco es muy trágico– nos lleva a Afganistán, en donde dos pobres agentes de información militar viven dentro de un contenedor a la espera del material que envíen los servicios aliados.
A diferencia del oscurantismo español, muchos países están desclasificando buena parte de sus archivos y, gracias a eso, aparecen libros magníficos analizando periodos concretos de la historia bajo una nueva luz.
El Telón de acero, de Anne Applebaum, con traducción de Silvia Pons para Debate, es el estremecedor relato de cómo el estalinismo acabó con los tejidos sociales, políticos y culturales de los países del Este y de cómo creó los mecanismos para blindar unos nuevos estados policiales. En ese sentido, el subtítulo es muy esclarecedor: La destrucción de la Europa del Este 1944-1956.
Narra, con una documentación apabullante, el apasionante relato de unos hechos sucedidos entre 1944 y 1956 en Alemania del Este, Ucrania, Polonia y Hungría.
Applebaum ha contado con acceso a archivos hasta ahora cerrados y a fuentes documentales inéditas en toda esa zona.
Para mí, ha resultado una lectura conmovedora y me ha ofrecido muchas de las claves para entender fenómenos políticos –ultranacionalismo, racismo, antisemitismo, corrupción, etc.– muy actuales.
Antes de analizar lo que sucede en Ucrania, por ejemplo, más de un tertuliano debería dar buena cuenta de este libro absolutamente imprescindible para quienes están interesados por la política europea.
Su obra anterior Gulag (Debate) le valió el prestigioso premio Pulitzer.