El problema de esto, son los muertos que toda batalla deja en el camino. En primer lugar el coste judicial del litigio, la justicia no es gratuita en España, nos ha costado “la torta un pan” a pesar de que los servicios técnicos del ayuntamiento sean gratuitos. Por otro lado, los vecinos del PAI Mestrets-Bovalar que perdieron sus casas en un lugar planeado para realizar un Centro de Convenciones de Calatrava que nunca se hará; a estos vecinos nadie les devuelve ya la salud perdida y los sufrimientos al sentir en sus carnes una de las mayores violaciones, la pérdida de vivienda propia.
Ahora los que tiemblan son los vecinos de la marjalería de Castellón, porque la fiscalía ha decidido investigar sobre las irregularidades urbanísticas en la zona….un planeamiento urbanístico todavía sin resolver, que gobiernos de todos los colores no se atreven a abordar, tema que abordará el Plan General de Ordenación Urbana. La presencia de viviendas construidas fuera de la legalidad es un agravio comparativo para los que han pasado por todos los trámites legales y sus correspondientes pagos. Pero aquí nadie le pone el cascabel al gato, porque los votos de la marjalería de Castellón, más de 5.000 familias, son muchos votos…y el político en España, sigue moviéndose más por los votos que por la racionalidad.
El alcalde de Castellón, Alfonso Bataller, quiere sanear el cáncer desde el origen y se ha propuesto la redacción de un nuevo documento que organizará el planeamiento urbanístico de Castellón, el proceso no es gratuito, es muy costoso. Pero ya ha comenzado un proceso de consulta ciudadana para la modificación del PGOU. El trámite requiere de una metodología, como se hizo en ciudades bandera como Pamplona. Ahora queda esperar si los canales de escucha son los adecuados para ganar la batalla, la de siempre, que los políticos siguen estando muy lejos de las inquietudes de los ciudadanos.