Jornada de máximo pesar en el acuartelamiento de la Guardia Civil, sede del GAR, donde a primera hora de la tarde se instalará la capilla ardiente por los dos miembros de esta unidad que fallecieron ayer en el atropello mortal en la localidad sevillana de Los Palacios. Posteriormente tendrá lugar en La Redonda el funeral en su memoria.
Recuerdo para el cabo primero Eneko Lira, de 36 años, natural de Barakaldo, y que hoy habría cumplido 37 años, y el guardia civil Jesús López, natural de Almería, de 34 años. Ya saben que el atropello por ese camión descontrolado provocó también la muerte de 4 civiles, y que otros agentes del GAR resultaron heridos, 3 de ellos siguen hospitalizados. El conductor del camión ingresaba en prisión provisional comunicada y sin fianza, por 6 delitos de homicidio imprudente, entre otros cargos.
Las muertes de estos dos agentes del GAR se suman a la de otro miembro de la unidad, David Pérez, de 43 años, natural de Barcelona, que junto a Miguel Ángel Gómez, del Grupo de Especialistas en Actividades Subacuáticas, de 39 años y natural de San Fernando, fallecieron hace poco más de un mes al ser arrollada su embarcación por una narcolancha en Barbate.
Estos sucesos han llevado a las organizaciones de guardias civiles a reclamar que se les reconozca como “profesión de riesgo”, como obviamente lo es, ya que no es considerada como tal, en claro agravio comparativo con Mossos d'Esquadra, Policía Foral de Navarra, Ertzaintza y policías locales.
La capilla ardiente se desarrollará en la más estricta intimidad familiar y de sus compañeros, y está previsto que acudan el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez, y el director general de la Guardia Civil, Leonardo Marcos, el mando operativo y de las administraciones riojanas.