Maestro del horror biológico, de las atmósferas turbadoras y de un universo tan personal como intransferible, Cronenberg ha dirigido una veintena de largometrajes entre los que destacan obras convertidas en clásicos de géneros como la ciencia ficción, el terror, el drama psicológico o el thriller. También es autor de numerosos trabajos para televisión.
En 2004 el Festival de San Sebastián proyectó Crash (1996) en el marco de la retrospectiva Incorrect@s y tres años después Cronenberg visitó San Sebastián por primera y única vez hasta la fecha para inaugurar la Sección Oficial a concurso con Eastern Promises (Promesas del Este, 2007). El canadiense se suma así al listado de directoras y directores que también han recibido el Premio Donostia, entre quienes destacan Francis Ford Coppola, Woody Allen, Oliver Stone, Agnès Varda, Hirokazu Koreeda y Costa-Gavras.
Kepa Junkera salió de escena el 6 de diciembre de 2018 en Gante, Bélgica. Desapareció, su acordeón dejó de sonar. Las noticias hablaban de un ictus, un ingreso hospitalario de urgencias, proceso de recuperación y después nada. El artista vasco que elevó la trikitixa y la música popular vasca al máximo nivel, que publicó casi un disco al año en sus 32 años de carrera, el autodidacta que se convirtió en el músico vasco más internacional y que invitó a cantar en euskera a artistas de todo el mundo desapareció sin dejar rastro. Después llegaron dos años de duro trabajo, de sesiones de rehabilitación para recuperar la movilidad de su cuerpo, para aprender a hablar, mover las manos, girar la cabeza, comer, seguir viviendo. Porque Kepa sigue viviendo, sigue creando, emocionándose con el arte, con la música, con la poesía, con la pintura, con la fotografía. Este documental dirigido por Víctor Jaio es el relato de esa emoción. Un familiar de Junkera recogerá de manos del alcalde el "Adarra Saria" que concede Donostia Kultura.