El Ribera Navarra de Fútbol Sala cumplió el pasado martes 20 años desde su fundación, 10 de los cuales los está cursando en la élite.
El 9 de marzo de 2001, José Luis Ruiz Arriazu puso el nombre de Club Fútbol Sala Ribera de Navarra a su sueño, con la ayuda de César Pérez, Jesús Sánchez, José María Les y David Vallespín. 20 años después, la historia naranja se desarrolla en la élite. La pandemia ha truncado celebraciones mayores. Alberto Ramírez, presidente, "estábamos pensando en hacer algo especial, pero debido a la pandemia hay muchos actos que no hemos podido hacer y no sé si los pospondremos para más adelante".
Que dos clubes de una comunidad pequeña como Navarra estén en la máxima competición del fútbol sala nacional es un hito. La economía, eso sí, aprieta, "cada vez hay mayores dificultades económicas". Ramírez reconoce que el resto de equipos "crecen presupuestariamente", mientras que ellos no.
El presidente del Ribera Navarra, eso sí, se muestra agradecido a unos sponsores "fuertes y fieles" que son los que les permiten "seguir adelante", aunque admite que "les falta ese plus para poder estar más saneados y liberados". Además, pide a las instituciones "alguna ayuda más".
Por lo menos, tras dos victorias consecutivas el equipo dirigido por Pato (9 temporadas en el club), respira ya fuera del descenso. Ramírez lamenta que "está siendo una temporada difícil por lo del covid". Reina la igualdad, "está siendo una liga muy igualada, porque del diez para abajo ganas un partido y subes, pierdes y bajas".