Esta medida de la plantilla pretende inyectar presión y responsabilidad a los actores implicados en las posibles soluciones de una factoría que pertenecía al holding de empresas de Rumasa. A la reunión, asistirá el conselleiro Guerra, técnicos del Instituto Gallego de Promoción Económica (Igape) y responsables de Feiraco, empresa interesada en adquirir la planta de Caldas.
Dolores Ramos, presidenta del comité de empresa, considera que se ha desperdiciado mucho tiempo. "La falta de determinación agota un tiempo del que no disponemos. Cuanto más se dilate el proceso, más se devalua y el prestigio de la firma".
Actualmente, trabajan en la planta de Clesa en Caldas 40 operarios después de que otros 93 hayan sido despedidos.