#Sin periodismo no hay periodistas

La concentración permitió denunciar la gravísima crisis que atraviesa el sector caracterizada por los desnudados, el cierre de medios, la grandísima precariedade laboral y los constantes ataques a la libertad de prensa como las rondas de prensa sin preguntas, el nuevo modelo plantexado de elección del director del ente RTVE o el incumprimento sistemático de los códigos deontolóxicos y otros acuerdos institucionales conseguidos en el sector.

Según la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) en los últimos cuatro años se perdieron más de 6.000 empleos en la profesión, se cerraron 52 medios de comunicación y se abrieron 23 Expedientes de Regulación de Empleo (ERE). En lo que va de año 2012, se quedaron sin trabajo unos 1.300 profesionales de la comunicación. Muchos de ellos sin derecho la ningún tipo de ayuda económica, pues son autónomos, la última modalidad utilizada por muchas empresas de comunicación.

Cada año se licencian 3.000 periodistas, pero solo 500 consiguen trabajar. De hecho el periodismo es actualmente el segundo sector con más paro de toda España y una de las profesiones más desprestigiadas para los ciudadanos, justo porque los periodistas no pueden ejercer su labor justo porque se les impide desarrollarla con rigor, dignidad y eficiencia informativa.

Un derecho inalienable y con una indiscutible función social que ejercen por delegación de los ciudadanos y que está recogido en la Constitución, en los Derechos Humanos y en los códigos deontológicos de la profesión.

En este sentido es necesario recordar el lema reconocido por el Colegio Profesional de Periodistas de Galicia (CPXG) y presente en todas las movilizaciónes y concentraciones: "Sin periodistas no hay periodismo; sin periodismo no hay democracia".

Además de la denuncia de la actual situación profesional, es preciso que los propios periodistas, instituciones, empresas y Administración contribuyan al avance del oficio. Los profesionales del sector exigen "no solo el cumplimiento de los códigos deontológicos, sino también  la redacción de una Ley de Garantías del Derecho a la Información de la Ciudadanía y la creación de comités de redacción como herramientas que ayudan a garantizar la calidad de las informaciones y los derechos de los ciudadanos, así como todos los documentos y leyes propuestas anteriormente y que no se están a cumplir a nivel institucional. Pero principalmente, la dignidad de la profesión de los periodistas tiene que venir de la mano de los propios periodistas defendiendo su labor, organizándose entre ellos y respondiendo la este clima de crisis general y, sobre todo, en la comunicación".