La racha del Ourense terminó en Logroño

La primera mitad se jugó a lo que dictó el conjunto local. Los visitantes acusaban, en exceso, la intensa y asfixiante presión de los riojanos en la medular, puesto que los de Luisito apenas podían encadenar tres o cuatro pases consecutivos de forma limpia. Los blanquirrojos eran obedientes y gracias a ese esfuerzo defensivo las recuperaciones se producían en campo rival, ahogando a su oponente con varios centros seguidos por los costados.

El Ourense parecía descolocado, no por el gol, sino por la presión de sus contrincantes. Barrón y Jaime Moreno percutían por las alas con velocidad, mientras que Sergio Martínez, desde su perfil zurdo, subía la banda con fuerza. A base de faltas laterales, Ibai metía a los gallegos en su área. El mismo goleador pudo ampliar su cuenta en la enésima jugada de estrategia, pero su tiro acabó en córner al encontrarse con el cuerpo de Portela.

Borja Valle, de lo más potable en los visitantes antes del descanso, se escapó por el extremo zurdo y su pase de la muerte no encontró rematador. La dinámica, pese a esta aislada acción, no varió y la UD Logroñés controló la situación hasta el descanso.

Tras el paso por los vestuarios, el conjunto gallego salió algo más entonado, pero esa mejoría no se tradujo en ocasiones. Al contrario, Gil, tras una buena pared con Iriarte, se presentó ante Pato, pero su tiro se fue cruzado en exceso y, unos minutos después, el duelo quedó visto para sentencia. Una buena triangulación culminó con Iriarte marchándose de su par por la derecha, Ibai chutó con potencia y Josu se lanzó al suelo y la pelota rebotó en sus dos brazos. Goñi engañaba a Pato desde los once metros para poner el 2-0.