El Ourense asedia sin premio a un correcto Celta B
Los discípulos de Luisito crearon numerosas ocasiones de gol que no se materializaron y firmaron un empate a ceros
Como un martillo pilón percutió una y otra vez el Ourense en el área de un Celta B que se marchó de O Couto con un punto tras noventa minutos de correcta disposición defensiva.
No fue el día de la escuadra rojilla en la definición, pero sí atacó con criterio durante la mayor parte del encuentro, llegando con peligro al área de Rubén Blanco y viendo, sin levantar el pie del acelerador, como el propio guardameta, sus defensores o la madera, en última instancia, frustraban sus ataques.
Aunque Añón le dio un buen susto a la parroquia local, antes de cumplirse los primeros diez minutos, el monólogo ourensanista tenía puntos álgidos, ya en su primera mitad, como el disparo de Yebra que Soto desvió al larguero, un remate de Gustavo Souto en la boca de gol que se le fue arriba, un nuevo cabezazo al palo y otra acción de Adrián Cruz que repelió Goldar a córner cuando se colaba.
El intermedio no cambió la decoración. Los rojillos, que ya habían pedido un penalti por manos de los vigueses en el período inicial, vieron clara otra interrupción, esta vez más clara, de Javi Rey, que el colegiado no castigó, poco antes de que Álex volviera a encontrarse con un poste en su incursión por la derecha.
El joven filial tampoco se descomponía y buscó las contras con la entrada del rápido Fernán, al que siguieron Borja Domínguez e Iglesias, pero Manu Táboas solo fue decisivo en un testarazo de Goldar.
Seguían las intentonas rojillas hasta el final, con un vuelo estelar de Rubén Blanco a remate de Moisés y otro más al trallazo de Borja Valle, que en todo caso había invalidado el árbitro con poco criterio. Incluso en la prolongación, dos misiles de Álex rozaron la demarcación del portal visitante, en una tarde en la que el esférico no quiso entrar.