La niña de 3 años falleció en la UCI pediátrica del Complejo Hospitalario de A Coruña debido a las complicaciones de un síndrome urémico hemolítico (SUH), una gastroenteritis causada por la bacteria E. coli. El 8 de septiembre de 2016 los padres de la menor acudieron al médico ya que la pequeña sufría una diarrea sanguinolenta.
Los doctores, según su informe, no sospecharon de una gastroenteritis bacteriana (no vírica). Al día siguiente, con los resultados de las analíticas y una ecografía, y «a pesar de la mala evoluciónde la niña», los facultativos no controlaron la diuresis y no repitieron las pruebas al día siguiente.
La sentencia del TSXG concluye que «la demora en el diagnóstico» evitó que pudiese ser tratada en la UCI, «ya era tarde cuando fue trasladada».
El Alto Tribunal gallega ratifica así la sentencia del juzgado de lo Contencioso administrativo número 1 de Santiago de Compostela.