Lendoiro: "Que el árbol Franco no oculte el tenebroso bosque Negreira"
Nuevo artículo de opinión del expresidente del Deportivo, Augusto César Lendoiro, en el que, tres días después, valora las explicaciones dadas por su bien conocido Joan Laporta sobre el caso Negreira. Lendoiro siempre tuvo claro que Laporta era de los que iban con los de la feria y volvían con los del mercado. Por eso, conociendo a Laporta, insiste Lendoiro que no se debería jugar más al despiste, mezclando incluso a Franco y a Negreira.
Todo hace pensar, tras la rueda de prensa del Presidente Laporta, que el que diseñó la estrategia de ese extraordinario club que es el F.C.Barcelona para explicar su actuación en el “caso Negreira” fue elegido por un cualificado enemigo.
Solo así se explica lo poco atinado que ha estado Joan, muy lejos de sus actuaciones estelares, aunque debo reconocer que era muy difícil que diese una explicación convincente. Era más fácil demostrar la cuadratura del círculo que dar una respuesta creíble a un triste acontecimiento que había incendiado el fútbol: pagarle más de 7.000.000€ al segundo máximo dirigente del arbitraje español.
Apagar ese incendio en el que se había convertido el caso me parecía imposible, pero lo que nunca me pude imaginar es que mi amigo Laporta, del que admiro muchas virtudes, no se le ocurriese, a él o al estratega, otra cosa que no solo echarle leña al fuego, sino también bidones de gasolina.
No creo que la idea de culpabilizar al Madrid y a los otros 40 clubs de LaLiga, personificados en Javier Tebas, haya sido suya -considero a Joan mucho más inteligente- porque han producido el efecto contrario al deseado.
Quizás haya conseguido con un discurso envuelto en la bandera de un catalanismo perseguido, mezclado con un antimadridismo real, granjearse simpatías de sus sectores culés radicales, pero lo que sin duda consiguieron, con su ataque a todos los clubs de LaLiga, es poner aún “más de moda” el lamentable “caso Negreira” en los medios españoles y de forma especial en los madrileños.
Desde Barcelona cometieron el craso error de reavivar el incendio -incluso generan dos nuevos focos: “LaLiga nos perjudica” y “el Madrid tiene la culpa”- justo cuando el caso se estaba apagando mediáticamente porque se agotaban las noticias .
Es precisamente esa rueda de prensa la que pone de nuevo el “Negreira-Barsa” en el nivel máximo de audiencia, quizás sólo comparable con los días posteriores a conocerse la noticia. Una rueda de prensa en la que, en lugar de dar explicaciones se las pide a los clubs, sintiéndose víctima y atacando de forma frontal a todos, excepto un guiño cómplice a la UEFA, por lo que pueda pasar.
Unas críticas a los clubs españoles que, por primera vez e; la historia, se han unido para llevar ante la justicia ordinaria a un club profesional. Eso debería ser suficiente para que el hábil Laporta se diese cuenta que está solo y recordase lo del que, en el acceso a la autopista se equivoca y marcha por dirección contraria a la debida. Es entonces cuando escucha por la radio un aviso urgente: “Tengan mucho cuidado porque un coche marcha por dirección prohibida”, a lo que él aludido responde: “¡Cómo que uno, un montón! En el caso que nos ocupa 41 clubs. Todos.
Cuanto antes deben reconocer que el Barsa se había equivocado de “dirección.”, porque si no serán las aficiones de esos 41 clubs las que le hagan pagar esa penitencia que le perseguirá por ese “delito”, que permanecerá años y años en la memoria de los españoles, que no podrán entender que el Barsa haya pagado cantidades millonarias al vicepresidente del Comité Nacional de Árbitros. .
Reservamos para la “presunciòn de inocencia” el amparar las incógnitas del “por qué” y “para qué” se pagaban esas cantidades, porque serán objeto de sentencia judicial, y pienso que no han servido para comprar ningún árbitro -creo firmemente en la honestidad de los colegiados- pero juzgar el “delito contra el fútbol“ solo le pertenece al veredicto del pueblo, y el pueblo ya ha hablado: ¡El Barsa es culpable!
Y es culpable para el gran jurado popular, porque cometió el “delito” de atacar a ese pilar básico del fútbol que es el árbitro, un “delito” que no prescribió ni prescribirá hasta que los aficionados lo olviden. Ese será el mayor castigo que sufrirá el Barsa, mucho más doloroso para sus seguidores que las hipotéticas sanciones de la UEFA o de los Tribunales.
Que nadie trate de despistarnos con el debate de quién era el equipo del Régimen. Que el árbol “Franco” no nos impida ver ese bosque tenebroso que crearon, regándolo con agua millonaria, el Barsa y Negreira.
Augusto César Lendoiro
Ex-Presidente R.C.Deportivo