ARQUEOLOGÍA

Tarteso y el yacimiento del Turuñuelo centran este viernes unas jornadas en Puebla de Alcocer

Entre los miembros del equipo investigador que harán parte del evento figuran sus directores Sebastián Celestino y Esther Rodríguez, entre otros arqueólogos e historiadores.

Redacción

Extremadura | 23.10.2023 04:34

Tarteso y el yacimiento del Turuñuelo centran este viernes unas jornadas en Puebla de Alcocer | CSIC

Tarteso centrará el próximo viernes, 27 de octubre, hasta el domingo 28, las Jornadas Vizcondado de la Puebla de Alcocer, celebradas en la localidad homónima pacense, donde intervendrá el equipo de investigación del yacimiento de Casas del Turuñuelo de Guareña.

Entre los miembros del equipo investigador que harán parte del evento figuran sus directores Sebastián Celestino y Esther Rodríguez, entre otros arqueólogos e historiadores.

La primera ponencia comenzará en la casa de la cultura de Puebla de Alcocer a las 10,15 horas y buscará dar respuesta a "¿qué es la arqueología", según ha informado la asociación cultural organizadora.

A ella le seguirán charlas sobre Tarteso como "primera civilización de occidente", su presencia en Extremadura, su formación y su rol en la cultura del Mediterráneo.

La jornada del domingo se desarrollará a partir de las 9,30 horas en la casa de la cultura de Talarrubias, municipio pacense próximo a Puebla de Alcocer, con ponencias sobre el yacimiento arqueológico de Casas del Turuñuelo o la figura de la arqueología "más allá de los objetos".

Cabe recordar que el pasado mes de abril, cinco relieves figurados del siglo V a.C., los primeros pertenecientes a la cultura tartésica (siglos VIII-IV a.C.), fueron hallados en el marco de la V campaña de excavaciones en el yacimiento tartésico ubicado en el municipio pacense de Guareña.

Dos de los relieves figurados se encuentran casi completos y corresponden a sendas figuras femeninas adornadas con destacados pendientes o arracadas que representan piezas típicas de la orfebrería tartésica.

Hasta el momento, estas piezas de oro solo se conocían a través de los hallazgos realizados en enclaves como el yacimiento de Cancho Roano o dentro del conjunto que conforma el tesoro de Aliseda, un ajuar funerario tartésico hallado en Cáceres.