SOLIDARIDAD

El programa Vacaciones en Paz facilitará la acogida en Extremadura de unos cien menores saharauis en el verano de 2023

Este programa, que pretende volver a la normalidad este año 2023 tras las últimas ediciones marcadas por la pandemia, ha sido presentado este viernes en Mérida por parte de su coordinadora, Eva Escobar, y el delegado de Cooperación y Migraciones emeritense, Manuel Jesús Martínez

Redacción

Extremadura | 24.03.2023 14:24

El programa Vacaciones en Paz facilitará la acogida en Extremadura de unos cien menores saharauis en el verano de 2023 | -

El programa Vacaciones en Paz facilitará la acogida en Extremadura de alrededor de un centenar de menores saharauis de entre 8 y 12 años durante dos meses de verano, lo que facilitará que durante ese tiempo se distancien de la realidad de los campamentos de refugiados de Tinduf (Argelia).

Este programa, que pretende volver a la normalidad este año 2023 tras las últimas ediciones marcadas por la pandemia, ha sido presentado este viernes en Mérida por parte de su coordinadora, Eva Escobar, y el delegado de Cooperación y Migraciones emeritense, Manuel Jesús Martínez.

Escobar ha relatado las condiciones que se dan en los campamentos de refugiados durante los meses de verano, con 60 grados y con dificultades para cubrir las necesidades básicas de alimentación, agua potable, electricidad, juego y "descanso digno".

"Podrán tener la oportunidad de vivir una realidad diferente a la que viven en una de las zonas más inhóspitas del mundo", ha aseverado Escobar, quien ha añadido que el deseo que tienen las personas involucradas en el programa es "volver a las Vacaciones en Paz anteriores a la pandemia".

MOMENTOS QUE NO TIENEN PRECIO

Durante su intervención, la coordinadora de Vacaciones en Paz ha invitado a las familias extremeñas a "olvidar el miedo" a acoger, ya que durante el tiempo que pasen en la región los menores saharauis tendrán la oportunidad de disfrutar de momentos que "no tienen precio".

Así, se ha referido a que podrán observar las caras de asombro y sorpresa de estos menores al ver una piscina, abrir el grifo y poder tener agua corriente o ir al súper a comprar fruta y verdura.

También, ha señalado, se aprovecha la estancia en la región de los menores para ser sometidos a un chequeo médico, lo que permitirá incrementar las opciones de un desarrollo físico saludable dadas las condiciones de su entorno de procedencia, además de la mejora emocional que brinda la vida en un hogar tranquilo, toda vez que la población saharaui está "en guerra con Marruecos actualmente".

BENEFICIOS "NUMEROSOS"

Escobar también ha subrayado que, gracias al tiempo que los menores pasan en España alejados de su realidad cotidiana en los campamentos de refugiados, cuando regresan junto a sus familias lo hacen con "numerosos" beneficios.

Entre ellos, con la mejora de su salud y vitalidad, gracias, en parte, al disfrute de un clima más benigno y de una alimentación no limitada por las condiciones extremas del desierto, además de establecer relaciones de amistad con niños españoles y fuertes vínculos con sus familias acogedoras.

Por su parte, las familias de acogida se responsabilizan del alojamiento y la manutención del menor como si éste fuera un "miembro más de la familia" y a cambio reciben el "mayor regalo de gratitud y alegría que jamás hubieran podido soñar", además de entrar en contacto con una otra cultura, otra forma de vida y otros valores.

Finalmente, Escobar ha agradecido la colaboración y respaldo económico de entidades como la Agencia Extremeña de Cooperación al Desarrollo (Aexcid) y las diputaciones de Cáceres y Badajoz.

"A las administraciones agradecemos el respaldo económico y pedimos vuestro apoyo para que los niños y niñas de Vacaciones en Paz, embajadores de la causa saharaui, tengan la seguridad de que el programa seguirá siendo sostenible en el tiempo mientras sea necesario y por justicia", ha recalcado.

PARTICIPACIÓN EN EL PROGRAMA

Las familias extremeñas interesadas en ser familias de acogida pueden desde este mismo momento pedir información en la Federación de Asociaciones de Amigos y Amigas del Pueblo Saharaui de Extremadura (Fedesaex), que espera aumentar en 2023 los 78 menores saharauis que llegaron en 2022.

Escobar ha recalcado la necesidad de que vengan cuanto más menores mejor, ya que la "situación de crisis mundial, la pandemia, la desprotección y la falta de apoyo político internacional" ha hecho que el pueblo saharaui esté en las "peores condiciones" desde hace mucho tiempo.

De este modo, ha insistido en que es un pueblo que vive de la ayuda humanitaria y ésta se ha visto mermada de forma importante en los últimos años. También, ante el descenso en los últimos años de familias de acogida, ha añadido que, en el contexto actual, hay "muchas fronteras a las que mirar" y el pueblo saharaui ha dejado de ser "un punto de mira en el que ejercer la solidaridad", a lo que se ha unido las crisis económicas de las familias.

"APOYO" Y "EMPUJE" DEL AYUNTAMIENTO DE MÉRIDA

Por su parte, el delegado de Cooperación, Manuel Jesús Martínez, ha destacado que se siente "muy identificado" con este programa, ya que hace 23 años su familia acogió a una menor saharaui, además de subrayar el "apoyo" y "empuje" que presta el ayuntamiento a esta iniciativa.

Martínez también ha animado a las familias a participar en este programa y les ha instado a "que den un paso al frente" pasa acoger a los menores, ya que es una experiencia "enriquecedora" que invita a ser repetida en años sucesivos.