Cuatro días después de las elecciones autonómicas, Vox rompía su silencio en Extremadura y lo hacía pidiendo claridad al PP, al que tendía la mano para una negociación seria y abogando porque se dejaran a un lado las líneas rojas. Comparecía esta mañana a las puertas de la Asamblea de Extremadura el líder de Vox, Ángel Pelayo Gordillo.
Claridad a un Partido Popular, en donde María Guardiola en Extremadura pide gobernar en solitario, mientras Núñez Feijóo, en Madrid, y la última vez esta misma mañana, apuesta por permitir dejar gobernar a las listas más votadas, por lo que antes de sentarse a negociar pide que haya claridad en el partido respecto a este asunto.
Por otra parte, mano tendida para una negociación sin líneas rojas, pero con claridad y seriedad, para alcanzar un acuerdo de gobierno para el cambio. Eludía Pelayo Gordillo pronunciarse si en esa negociación se exigiría entrar a formar parte de un futuro gobierno de María Guardiola, pero si que apuntaba que un apoyo de Vox no saldrá gratis y que si el votante de Vox, al que se deben, hubiese querido un gobierno en solitario del PP, habrían votado el domingo a Guardiola y no a Vox.
Esperaba, en cualquier caso, que en breve puedan producirse las primeras negociaciones, y lo que si ha querido dejar totalmente claro, es que jamás apoyaría ni permitiría por acción u omisión un nuevo gobierno del PSOE y de Fernández Vara.