Concluida la obra de los yacimientos arqueológicos de la Alcazaba, tanto en la zona del Alpendiz como en la zona de la Coracha
Las obras han revelado un barrio almohade del siglo XII, en el que se pueden apreciar tanto talleres de trabajo, como uno relacionado con la metalurgia, así como arquitectura residencial y una casa que conserva toda su estructura en torno a un patio.
Las obras de puesta en valor, conservación y mantenimiento del yacimiento arqueológico situado junto a la Puerta del Alpéndiz de la Alcazaba de Badajoz y en la zona más cercana a la Puerta de la Coracha han revelado en esta última un barrio almohade del siglo XII, en el que se pueden apreciar tanto talleres de trabajo, como uno relacionado con la metalurgia, así como arquitectura residencial y una casa que conserva toda su estructura en torno a un patio central, o sus desagües.
En el caso del yacimiento de la Puerta de la Alpéndiz, los trabajos han incluido dotar la zona con una pasarela para facilitar la visita, y han permitido poner en valor dos espacios importantes de un palacio de época taifa, además de abrir la puerta a una futura actuación en el Palacio Gómez de Solís tras la recuperación de uno de sus patios principales.
Se trata de una actuación financiada con cargo al convenio firmado entre el Ayuntamiento de Badajoz y la Junta de Extremadura para el mantenimiento y conservación de la Alcazaba, según ha recordado el alcalde, Ignacio Gragera, que ha visitado este lunes los yacimientos arqueológicos acompañado de representantes de las empresas encargadas de estos trabajos, Montserrat Girón de Tera, que ha elaborado el proyecto de intervención, y Juan Antonio Ramírez, arqueólogo de la empresa Salmer, adjudicataria de las obras.
En declaraciones a los medios acompañado de concejales del equipo de gobierno, Gragera ha destacado que la intervención tenía una dotación inicial de 150.000 euros pero que fue adjudicada por 132.000 euros y que consistía, principalmente, en consolidar determinadas excavaciones que ya se realizaron durante los años 2010 y 2015, y una vez consolidadas esas estructuras que se habían descubierto seguir investigando y profundizando sobre los restos hallados.
Fruto de ello, ha explicado, se han puesto en valor construcciones y estructuras taifas del siglo XI, también con el antiguo palacio de Gómez de Solís del siglo XV y que permiten por un lado que los visitantes de la ciudad y los vecinos puedan ver parte de la historia de Badajoz, y por otro conocer mejor el modo de vivir de esa época, a través de restos de albercas, patios o solados "preciosos" que ha animado a visitar.
Una actuación que, como ha valorado, es "la punta de lanza de nuevas inversiones que se tendrán que realizar en el futuro, entre otras cosas porque nos han descubierto no solo palacios taifas sino también la posibilidad de seguir descubriendo nuevos fondos arqueológicos para la ciudad", a tenor de lo cual ha defendido que un municipio que se precie de su pasado "tiene que intentar todos los días poner todos los fondos y todo el esfuerzo financiero que sea necesario para irlo descubriendo, redescubriendo" y poder ofrecer nuevos atractivos a los turistas.
En este sentido y sobre futuras intervenciones en el Palacio Gómez de Solís, ha puntualizado que, según le trasladan, el edificio "no está precario", pero que sí hay que seguir profundizando en su recuperación, pero que esta intervención en ambos yacimientos "tiene el presupuesto que tiene" y ha permitido que se encuentren restos en aras de que, en el futuro, se puedan plantear nuevas intervenciones e "incluso" trabajos de consolidación o de reconstrucción de algunas partes para permitir visualizarlo "tal y como en su momento y en su época fue".
Por su parte, Montserrat Girón ha precisado que el proyecto tenía varios objetivos que pasaban por concluir la recuperación de algunas de las zonas que ya se habían excavado en 2010 y en 2015 tanto en la Puerta del Río o la Coracha como en el yacimiento junto a la Puerta del Alpéndiz, y que eran hallazgos que pertenecían a las zonas palaciegas, y que aquellos restos que apuntaban a que había edificaciones, aunque se desconocía su naturaleza, fueran recuperados y puestos en valor.
Gracias a la investigación se ha ido limpiando el yacimiento y se han podido recuperar dos espacios importantes de un palacio de época taifa, en una zona en la que también se pone en valor parte del acceso y de la continuidad con el Palacio de Gómez de Solís del siglo XV: "abrimos la puerta con la recuperación de uno de sus patios principales a nuevas intervenciones que realmente puedan recuperar la casa completa, que es quizás en esta zona alta de la Alcazaba lo que queda por restaurar y por integrar en el yacimiento".
De esta actuación en concreto, ha resaltado elementos como una serie de dependencias de una edificación donde destacan un patio solado anexo a la muralla hecho con pizarra y "preciosamente" decorado y los estucos de las paredes de una casa "de lujo que da un poco la pauta de quien habitaba estas dependencias"; además de una alberca como un espacio central de la casa con grabados de juegos.
Respecto a la zona de la Puerta de la Coracha, Girón ha incidido en que se ha trabajado en una serie de estructuras que se descubrieron en 2010 pegadas a la muralla en la ampliación almohade, y en que en concreto se ha encontrado una zona urbana de casas con sus calles, sus desagües y su urbanismo "muy interesante" de la época almohade en el siglo XII, mientras que Gragera ha matizado que, a diferencia del anterior yacimiento, se trata de un barrio de artesanos en el que se encuentran viviendas y talleres.
Sobre dicha intervención, el primer edil ha puntualizado que no ocupa la totalidad de la zona y que "seguramente" se pueda encontrar a futuro nuevas estructuras o viviendas que permitan poder visualizar lo que era el barrio de los artesanos en la zona de la expansión de la Alcazaba en la época almohade. Un área en la que posteriormente se ha ido acumulando de manera "voluntaria y consciente" material para reforzar las murallas durante los pasados años y que se procurará musealizar y acompañar con señalética que permitan explicar aquello que se ve, ha dicho.
Finalmente, Juan Antonio Ramírez ha explicado que en este sector en la Puerta de la Coracha se ha acometido una intervención de lo que se entiende "comúnmente" por arqueología, y sí que se han hecho trabajos de excavación, mientras que el otro se orientaba a la recuperación de determinados restos que ya estaban excavados de antes y a desmontar elementos "para que se visualizara mejor lo que había debajo".
En este caso de la Puerta de la Coracha, ha sumado, se ha completado la excavación de estructuras que afloraban parcialmente de una intervención anterior y se ha conseguido conocer e identificar mejor lo que había aquí, dado que la idea que tenían es que era un barrio artesano o de trabajo relacionado con actividades productivas, pero cuando han ido avanzando las excavaciones, se han dado cuenta de que se trataba de arquitectura residencial, y de casas además de talleres de trabajo.
Entre los principales elementos, ha citado un taller relacionado con la metalurgia al haberse encontrado restos de metales, clavos o herraduras; así como una casa con un estado de conservación "muy bueno" y que conserva toda su estructura en torno a un patio central, un salón con un suelo pintado a la almagra, un aljibe o la zona de cocina en una zona que estuvo en uso unos 70 u 80 años cuando se instalaron en la misma los almohades, aproximadamente entre 1150 hasta 1230.