La apertura de la Puerta Santa de la Basílica de Santa Eulalia en Mérida inauguraba este domingo el año Jubilar Eulaliense
Durante el próximo año la capital autonómica se reivindicará como cuna del cristianismo hispano y destino turístico religioso.
La Virgen y Mártir Santa Eulalia ha regresado este domingo en procesión a su Basílica emeritense y, con él, ha abierto la Puerta Santa inaugurando así un Año Jubilar en el que la capital autonómica se reivindicará como cuna del cristianismo hispano y destino turístico religioso.
Instantes después de cruzar el dintel del templo, tras haber dormitado en la Concatedral de Santa María, la imagen sacra de aquella niña torturada en el año 304 por orden del emperador Diocleciano que perseguía a los cristianos, se ha visto envuelta por una petalada pirotécnica que ha teñido los cielos de blanco y rojo -colores eulalienses- con más de 3.000 kilos de confeti y serpentinas, amén de las incontenidas lágrimas y aplausos de los fieles eulalienses.
Al mismo tiempo, mientras Santa Eulalia se mecía con el himno nacional de fondo y entre las armas presentadas por jóvenes enfundados en sus uniformes verdosos, un humo procedente de cañones preparados para su llegada ha cubierto a la virgen y mártir emulando las densas nieblas que siglos atrás la ocultaron, según cuenta la historia, cuando los soldados romanos la arrastraron herida y desnuda por las calles de la ciudad para ridiculizar su virginidad.
La apertura de la Puerta Santa, cuyos arcos de piedra estaban vestidos por arreglos florales invernales coronados con hojas de palma, ha estado a cargo del Arzobispo de la Diócesis de Mérida-Badajoz, Celso Morga, quien ha bendecido, arrodillándose después, el pórtico santo a golpe de martillo plateado y entre cantos marianos entonados por voces masculinas coordinadas con perfecta precisión.
Además de los peregrinos, feligreses y curiosos locales y visitantes que han acompañado a la patrona de la ciudad con graves gritos de "Eulalia" y finas voces que respondían "guapa, guapa y guapa", ha estado presente la presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, y la de la Asamblea regional, Blanca Martín, entre otras autoridades que esta mañana han sido recibidas por el alcalde emeritense, Antonio Rodríguez Osuna, antes de dar comienzo la procesión.
Con el inicio de este año santo que se extenderá hasta el 10 de diciembre de 2024, teniendo continuidad cada año en el que el día de Santa Eulalia caiga en domingo, los feligreses podrán alcanzar la 'indulgencia plenaria', ya que, según ha explicado Morga, "el Año Jubilar proviene de la Biblia" y supone un tiempo de "especial gracia de Dios", a través de la "conversión de los pecados, la vuelta a él, y el amor a los hermanos y a la creación como casa común a todos".
Del mismo modo, la ciudad tendrá durante este periodo la oportunidad de visibilizar la importancia que tuvo Mérida para la comunidad cristiana en sus primeros siglos, llegando incluso a convertirse en tiempos de la España visigoda como un "centro de gran peregrinación", cuyo espíritu esperan recuperar entre el Clero y el consistorio.