En nuestra costa la temperatura ronda los 27-28ºC y, a no se que llegue algún episodio de inestabilidad o cambie la dirección del viento, la temperatura del agua todavía podría subir más.
¿Qué consecuencias tiene? Pues ya estamos notando algunas: más bochorno y brisas que refrescan mucho menos que a principios del verano. Lógicamente, los bañistas también lo perciben al meterse en el agua.