València |
Se cumple hoy viernes, veintidós de marzo, el primer mes desde que el incendio del distrito valenciano de Campanar tuviese lugar. Hace ahora exactamente treinta días, diez personas murieron y otras quince resultaron heridas después de que un cortocircuito en una de las viviendas provocara un fuego que, finalmente, acabó extendiéndose por toda la fachada del inmueble.
Vecinos y vecinas lo perdieron todo y, de hecho, el Gobierno declaró la zona catastrófica. En las últimas horas, los peritos privados han empezado a acceder a las viviendas y los propietarios han impulsado una primera denuncia ante la justicia. Vecinos y vecinas han empezado a recibir las primeras ayudas tanto de la Generalitat como del Ayuntamiento de Valencia, que ha realojado a buena parte de las familias en un edificio público del barrio de Safranar.
"Se ha atendido las necesidades más urgentes y, también, más importantes de forma inmediata y de forma centralizada", defiende la concejal de Recursos Humanos y Técnicos de la ciudad, Julia Climent. "Todo ello se ha hecho en coordinación con el resto de las administraciones públicas y, muy especialmente, con la Generalitat, que ha prestado su apoyo y, además, ha implementado, de manera muy ágil, una línea de ayudas económicas directas", añade Climent en declaraciones a los medios de comunicación, cuando se cumple el primer mes del incendio de Campanar.
De cara al futuro, resultará fundamental estar pendientes de las evaluaciones de los peritos y de la evolución de la denuncia de la comunidad de propietarios, que se ha constituido ya en asociación de damnificados. En el horizonte más lejano, una posible reconstrucción del bloque de viviendas, siempre y cuando la estructura remanente así lo permita.