Según informa la Policía en un comunicado, los detenidos captaban a las víctimas en su país de origen, ofreciéndoles falsos empleos en distintos países europeos con los que conseguir un futuro mejor tanto para ellas como para sus familiares en Nigeria.
Una vez convencidas, las víctimas eran sometidas a complejos rituales de "vudú-yuyu", aprovechándose de sus profundas creencias en los mismos, con la finalidad de comprobar su supuesta idoneidad y de conseguir la total subyugación de las mismas a la organización.
La investigación comenzó cuando los agentes detectaron la existencia de un grupo de ciudadanos de nacionalidad nigeriana que se encontraban afincados en la Comunitat.