Dijo el presidente del Levante UD, Quico Catalán, al acabar el encuentro ante el Madrid que a Jose Luis Morales se había ofrecido uncontrato vitalicio, algo muy bonito pero que no está plasmado como tal en una oferta de renovación de un contrato que expira en junio. La oferta que tiene el comandante sí que pudiera interpretarse así, si atendemos a que se le ofrece un contrato de un año más prorrogable a uno más si atiende a una serie de hitos, y asi de forma anual. Algo que el capitán no ve con buenos ojos ya que a pesar de su magnífico estado de forma, con 33 años, es consciente que su nivel pudiera bajar, sufrir alguna lesión o algún fichaje que lo relegara en el banquillo con lo que no podría cumplir esos objetivos para cumplir su renovación.
Lo bien cierto es que Morales sigue pidiendo dos años fijos, incluso sin aumento de sueldo, ahora mismo 1,6 brutos.
Una situación que empieza a demorarse en el tiempo y que en el aficionado ya empieza a ser uno de los principales temas de preocupación. Incluso desde sus propios compañeros se dice alto y claro, cómo en el caso de Roger Martí que el El Transistor con Aitor Gómez señalo que “si por mi fuera lo renovaba ya, llevo muchos años con él, y ojalá que renueve. Él se quiere quedar, son cosas de club y ojalá se resuelva pronto”.
Sea cómo sea y acabe cómo acabe lo bien cierto es que la temporada que está haciendo el Comandante apremia al levantinismo, 8 goles y 3 asistencias que entre otras cosas hacen que ahora mismo los granotas esten en la mitad superior de la tabla y a 90 minutos del pase a semifinales de Copa del Rey.