El concejal de ecología urbana, Sergi Campillo, ha explicado que la zona escogida para poner en marcha este sistema tiene una trama urbana que dificulta la instalación de contenedores. De hecho el proyecto conllevará la retirada de los 80 depósitos fijos para residuos que existen actualmente en las calles donde se va a actuar. De este manera, los vecinos deberán acercar la basura a las plataformas móviles, que dispondrán de depósitos diferenciados para cada tipo de residuo (papel y cartón, vidrio, envases, y orgánica). Los residentes de esta área de Ciutat Vella dispondrán así también por primera vez del servicio de recogida selectiva de residuos orgánicos.
Las plataformas tendrán un horario de recogida entre las 19,00 y las 23,00 horas y serán transportadas y retiradas diariamente de su ubicación mediante cinco pequeños camiones eléctricos. El concejal Sergi Campillo ha señalado que de este modo el nuevo sistema contribuirá también a reducir la contaminación acústica que actualmente genera la recogida de las basuras. También disminuirá la afección visual que los contenedores fijos provocan en entornos monumentales de Ciutat Vella.
Estas plataformas portátiles serán solo para uso doméstico, con el fin de evitar que puedan verse saturadas por los residuos de comercios y restaurantes. Por eso, de manera paralela, el Ayuntamiento implantará en estos locales la recogida de basuras “puerta a puerta”. Actualmente ya disponen de este servicio para el vidrio y el papel-cartón, y ahora se les ampliará con los envases y la fracción “resto” (la del contenedor gris).
Sergi Campillo ha explicado que el proyecto se ha inspirado en el que se puso en marcha hace unos años en el centro histórico de Palma de Mallorca donde, según el concejal, se ha conseguido aumentar un 70 por ciento la recogida selectiva. La intención es extender el sistema al resto de Ciutat Vella si ofrece buenos resultados.
El consistorio pondrá en marcha de manera inmediata una ronda de reuniones informativas con vecinos, hosteleros y comerciantes para darles a conocer el proyecto, que costará 900.000 euros al año (750.000 las plataformas móviles y 150.00 la recogida en comercios y hostelería). Más adelante, aproximadamente un mes antes de su implantación, habrá una fuerte campaña de información “puerta a puerta” a los residentes del área afectada, para darles a conocer el funcionamiento del sistema y la ubicación de las plataformas.