El varón fue detenido en dependencias policiales cuando acudió a realizar los trámites para una solicitud de asilo.
Cuando los agentes consultaron las bases de datos de la Policía Nacional, comprobaron que sobre esta persona pesaba una Orden Internacional de Detención para Extradición por un delito de estafa cometido en Rusia.
Los hechos que se le imputan fueron cometidos entre el año 2015 y 2017, cuando era el director general de una empresa rusa a la que por una mala gestión, la empresa sufrió pérdidas millonarias por la compra de unos artículos que por incompatibilidad técnica fueron desechados.
El arrestado que se encontraba huido de la justicia de su país, era buscado por las autoridades rusas por un delito de fraude a gran escala, enfrentándose a una pena máxima de diez años.
El detenido, de nacionalidad rusa y de 59 años de edad, fue puesto a disposición del Juzgado Central de Instrucción Tres de la Audiencia Nacional, órgano encargado de realizar los trámites para su posterior extradición.