Marina Baixa | 13.05.2021 14:46
El alcalde de Altea, Jaume Llinares, cerraba ayer mismo, en una reunión, los detalles que afectan a la intendencia y logística de la obra, acordando todas las partes, por unanimidad, aceptar las exigencias del ayuntamiento acerca de varios detalles que afectaban a asuntos técnicos como vallado de algunas zonas, creación de pasos peatonales y, especialmente, el calendario de las obras y cómo afectará a los comercios y ciudadanos. Hoy, las conclusiones de esa reunión las ha explicado el alcalde a los grupos políticos y luego, en una rueda de prensa, a los medios.
Entre esas medidas, el retraso del inicio de obras del 17 al 24 de mayo porque, como ha explicado Llinares, "el ayuntamiento, ha pedido esa demora de unos días porque hay una serie de acciones previas que tienen que llevarse a cabo, como el ordenamiento del tráfico de las calles, el repintado y preparación de la señalética, la retirada de vehículos de la zona del Charco o advertir a los vecinos y los comercios". El alcalde ha aclarado que en la última reunión que tuvo con la dirección de obra le dijeron que esos informes se firmarían en una semana, pero "en apenas dos días se firmaron los tres que faltaban, entre ellos el de dirección de obras"
Este retraso provocará que también la obra se alargue hasta mayo de 2022 pero, para que la hostelería y el comercio no se resientan, se retrasará el desmonte de terrazas, que iba a iniciarse en octubre, hasta que la dirección de obras no necesite entrar en la zona donde los bares y restaurantes tienen sus terrazas, "lo cual podría ser a finales de año". No obstante, ha advertido que antes de que la obra del paseo entre en las terrazas, "el ayuntamiento necesitará unos 15 días para realizar obras en el alcantarillado".
La nueva ordenanza de ocupación de vía pública además, se ha ligado al inicio de las obras para que una vez desmonten, tengan tiempo para adecuar las terrazas a la nueva ordenanza y queden ya en línea con ella cuando se reabran.