La falta de microchips impide, según la SPTCV, abrir el Centro Cultural de Benidorm con la obra finalizada
Las obras de la primera fase están finalizadas desde el 30 de septiembre
La “rotura de stock” a nivel mundial en el mercado de los microchips es la causa, según argumenta la Sociedad de Proyectos Temáticos de la Comunidad Valenciana, por la cual el Centro Cultural de Benidorm no puede ponerse en marcha a pesar de que las obras de la primera fase están ya finalizadas.
El director general de la SPTCV, Antonio Rodes, ha comparecido hoy en una de las salas del Centro Cultural de Benidorm para explicar que, a pesar de que la obra concluyó el pasado 30 de septiembre, el centro no se puede abrir porque falta el centro de seccionamiento que tienen terminar Iberdrola y Elecnor. Y este centro de transformación no se puede terminar porque “no se han servido los microchips necesarios para las celdas del mecanismo del centro de transformación”.
A pesar de que la SPTCV dice haber urgido a la empresa a conseguir los microchips necesarios, Elecnor ha trasladado como último plazo finales de octubre para que pueda recibir suministro. Una fecha por la que Rodes dice “no poner la mano en el fuego” y sentirse “impotente” por “no poder hacer nada” al tratarse de un problema “a nivel mundial”.
Incluso se trató de llegar a una solución provisional con la empresa para agilizar la apertura del Centro Cultural pero finalmente se descartó porque “no compensaba todo lo que había que hacer para adelantar dos o tres semanas”.
Las obras de la primera fase comenzaron en 2019 y han actuado sobre una superficie superior a los 11.000 m2 de los cuales 2.000 m2 se destinan al auditorio y 9.000 al conservatorio. En este tiempo el proyecto ha sufrido modificaciones y de de los 10,5 millones previstos inicialmente ha pasado a costar 12,7 millones principalmente para atender a las mejoras sugeridas por el Ayuntamiento para los Conservatorios de Música y Danza. Éstos cuentan con 20 salas instrumentales, 3 salas teóricas, 8 salas de estudio y una sala de orquesta y coro entre otras dependencias.
La segunda fase “y definitiva” según Rodes comenzará a definirse una vez se entregue por parte de la Generalitat la obra de la primera. No se recoge en los presupuestos autonómicos 2020 pero sí confía en que habrá partida para 2023 en los presupuestos de la Generalitat.
Aún así el director general de la SPTCV recuerda que el proyecto es de 2004 y que probablemente habrá que redefinirlo “y consensuarlo con el Ayuntamiento” para adaptarlo a las necesidades actuales de la ciudad. Incluso contempla Rodes la posibilidad de estudiar la “colaboración público privada” para poder acometer la segunda fase dado que “son decenas de millones de euros” la inversión necesaria para culminar las instalaciones.