La derrota pasa y el orgullo queda
El Elche CF derrochó raza y esfuerzo ante todo un Real Madrid, a pesar de las bajas y de las decisiones que afectaron al resultado; el equipo debe levantarse para seguir por ese camino hacia la permanencia
Elche | 21.01.2022 12:38
La derrota pasa y el orgullo queda. La afición del Elche, y también la madridista, disfrutó anoche de un partido emocionante en la Copa del Rey. Un duelo de igual a igual, a pesar de todo y contra todos. Fue la típica lucha de David contra Goliat, con un equipo que tiró de agallas, orden, esfuerzo y juego para mantener a raya a todo un Real Madrid y hacer soñar con que los cuartos de final estaban al alcance de la mano.
Este Elche es otro Elche. Francisco ha demostrado que se puede. Que es posible defender en campo contrario, que no es necesario meter en la trinchera a un batallón de defensas para intentar mantenerte vivo en el partido y que, al final, la calidad decide, pero el esfuerzo no se discute. Me gusta mucho el Elche de Francisco, un tipo normal, con identidad y que va de cara.
Esta mañana, cuando iba de camino al colegio con mis hijos, les contaba lo que había pasado. Y mi hijo Daniel, que tiene once años, me contestaba: “No pasa nada, el domingo podemos ganar”. Suena fácil, a la expresión me refiero, pero dice mucho. Ya los niños ven al Elche en condiciones de retar a un grande. Lo que ven, lo que oyen, lo que dicen, lo que sienten. Es eso. Los pequeños creen. Y los grandes también.
También decía Ainhoa en Twitter Elche que no se puede obligar a nadie a pagar su entrada y acudir al estadio a animar al equipo que tú quieres. El que paga manda y, además, hace lo que quiere. Hubo mucho madridista en el Martínez Valero, pero muchísimos más aficionados del Elche. Que las primeras filas de las gradas no celebren el gol de Gonzalo Verdú tiene su explicación: son las butacas para aquellos que quieren ver de cerca a los galácticos del Real Madrid, aunque no se debe tomar la parte por el todo. El ambiente me pareció magnífico: convivencia, animación, ilusión, disfrute y emoción. Mereció la pena pagar la entrada.
Del Elche me gustó todo, incluido Guido Carrillo. El delantero argentino tuvo un error clamoroso. Pobre. Pero estuvo en su sitio, con tres ocasiones en las que ejerció de nueve. Ya entrarán. Luchó hasta que se mantuvo en pie. También me gustó Axel Werner, que también erró en el gol del 1-2. ¿Y qué? Lo hizo bien, pero era su segundo partido, ante un gigante y futbolistas en el top mundial. Hay portero.
Y también hay otro central al que se debe tener en cuenta para el presente y el futuro: John Chetauya. ¡Qué partidazo del chaval! Ya estaba con molestias en la recta final del primer tiempo y aguantó el tipo hasta el minuto 90. Bravo. Se da por hecha su salida al Atlético Baleares y no sé si yo me lo quedaría como alternativa al eje de la zaga, siempre que no llegue otro refuerzo en este mercado.
De los árbitros ya no sirve mucho hablar. La falta (o fuera de juego) de Gonzalo Verdú pudo existir. Discutible, no clara. Ahora, si el Real Madrid hubiese ido perdiendo y el arrastre al borde del minuto 120 es de Casemiro y el remate de Hazard, yo no sé qué hubiese pasado. Creo que se hubiese llegado a los penaltis. Pero esto es sólo mi opinión. Y mientras la balanza no se equilibre tampoco tengo la intención de cambiarla.
En definitiva, bravo por el Elche, con sus profesionales, técnicos, equipo y afición a la cabeza. A seguir por este camino para intentar culminar con éxito y a lo Elche esta temporada.