Siempre hablamos de todo lo malo que ha dejado la pandemia, de lo mal que nos lo ha hecho pasar en todos los aspectos, de salud, aspectos sociales, económicos… Pero hoy, vamos a hablar del coronavirus desde otro punto de vista, desde la recta final. Una recta final que empieza a dibujar ya un rayo de luz y de esperanza en todos nosotros.
Vemos como la vacunación sigue avanzando, como empezamos a recuperar también comportamientos sociales que habíamos perdido… pero lo más importante, este fin de semana, hemos visto como han vuelto los abrazos a nuestros mayores. A partir de este viernes, la conselleria anunciaba que por fin, vuelve el contacto físico en los centros donde están nuestros padres, nuestros abuelos… siempre que el municipio se encuentre en un nivel de alerta 0 ó 1.
El abrazo es salud, emoción y felicidad para nuestros ancianos. Pero este protocolo también obliga a las residencias a aumentar su seguridad. Toro nos cuenta que trabajan a diario para garantizar que este contacto no suponga ningún problema ni ningún retraso en la evolución de la pandemia.