Un alpinista castellonense se suma a la expedición polar del trineo de viento que monitoriza el cambio climático
El alpinista de Borriol (Castellón) Carlos Pitarch exporta al Ártico su experiencia en alta montaña y su técnica audiovisual para sumarse al equipo científico y técnico que recorrerá Groenlandia en el trineo de viento inventado por Ramón Larramendi, sin huella de carbono y movido por cometas gigantes, para monitorizar los efectos del cambio climático sobre el hielo.
El próximo lunes, 25 de abril, arranca SOS Arctic 2022, una expedición que durante mes y medio cruzará Groenlandia para concienciar sobre el cambio climático y la deriva del planeta fruto del deshielo de los polos.
En palabras del Pitarch, la expedición "supone estar en lo más inhóspito del mundo, en los polos, que son lo más primigenio del planeta". "Es un viaje repleto de conciencia. Estamos ante un gran proyecto científico con alta dosis de aventura en uno de los pocos lugares de la Tierra donde se puede sentir el silencio, la soledad, y la naturaleza en estado primigenio. Y todo ello nos lleva a la reflexión de cuál es el grado de civilización que queremos alcanzar, la sociedad que queremos ser, el planeta que pretendemos", ha sostenido.
Impulsada y liderada por Ramón Larramendi, uno de los exploradores con más experiencia a nivel internacional y que figura entre los mayores conocedores del territorio polar (con más de 40.000 kilómetros recorridos), la expedición 'Trineo de Viento' se desliza en su décima edición, tras la última en 2019 a la Antártida.
Esta nueva experiencia avalada por la Asociación Exploración Polar presenta una serie de novedades: será la primera vez que este trineo ecoeficiente y de emisiones cero atraviese Groenlandia de oeste a este.
PATÓGENOS LIBERADOS POR EL DESHIELO
El proyecto tiene como objetivo recoger muestras de hielo a varios metros de profundidad, fundirlo y filtrar todo el material para su posterior estudio bioquímico en el Centro de Astrobiología de Madrid.
También servirá para recoger microorganismos del aire mediante unos colectores ubicados en diferentes lugares de la travesía groenlandesa (proyecto Microairpolar de la Universidad Autónoma de Madrid y la Agencia Estatal de Meteorología).
Se busca así poder llegar a entender cómo podrían afectar a la población patógenos nunca antes vistos, ocultos en las profundidades del hielo ártico y que ahora, con el rápido deshielo, pueden ser liberados a la atmósfera.
El reto último es implementar una monitorización climática para establecer el alcance del cambio climático, prever las transformaciones que puedan darse en los polos y disponer de información para poder diseñar las medidas de protección del Ártico y del resto del planeta.
"PROTEGER EL HIELO ES PROTEGER A TODOS"
"El cambio climático está afectando a Groenlandia, y aunque nos parezca que es un lugar muy remoto, lo que pasa en estos últimos grandes hielos nos afecta directamente a nosotros y a nuestra ciudad. Proteger el hielo es protegernos a todos", ha advertido el alpinista castellonense, que en esta expedición se encargará de filmar un documental sobre la travesía polar y gestionar las placas solares y la carga de los aparatos electrónicos a bordo.
Por su parte, el explorador Ramón Larramendi ha sostenido que "el Ártico es, probablemente, la zona cero del cambio climático". "Conocer su evolución es vital para mejorar el futuro del planeta", ha agregado.
SEIS PERSONAS EN EL TRINEO INVENTADO POR LARRAMENDI
Larramendi, explorador polar, inventó en 1999 el trineo de viento que ahora pilota. Ha liderado, entre otras, la Expedición Circumpolar, que recorrió 14.000 kilómetros con trineo de perros y kayak desde el sur de Groenlandia hasta Alaska durante 3 años.
A él se unen Lucía Hortal (química por la UAM y Máster en Química Orgánica) y Begoña Hernández (polarista y Licenciada en Ciencias Ambientales), encargadas del proyecto científico.
También Juan Manuel Sotillos (montañero y periodista del Diario Vasco, donde es responsable de la sección de montaña y aventura desde los años 80), Marcus Tobía (experto alpinista venezolano, con 7 cumbres a las montañas más altas de cada continente a sus espaldas), y Carlos Pitarch, con numerosas expediciones por las grandes cordilleras de todo el mundo (Alpes, Pamir, Andes, Atlas, Himalaya) y varios 'ochomiles'.
EL TRINEO
De estructura modular, el trineo de viento actúa como casa y laboratorio móvil. Similar a un catamarán, permite navegar sobre el hielo gracias al empuje del viento. De él tiran varias cometas de hasta 150 metros cuadrados para poder desplazar los 2.200 kilos de material tecnológico y científico que lleva a cuestas.
Es ecoeficiente y garantiza las emisiones cero. Incorpora placas solares y baterías para poder generar la energía que necesitan los expedicionarios y los equipos de investigación.
Toda la estructura del trineo está confeccionada con madera de arce, y los más de 300 travesaños y rieles se unen sin clavos mediante cuerdas para que así tenga flexibilidad y se amolde a las irregularidades del hielo (siguiendo el modelo de los trineos del pueblo inuit).
El trineo ha completado más de 20.000 kilómetros y 10 expediciones en la Antártida y Groenlandia. A la última, Antártida inexplorada 2019, le toma ahora el relevo SOS Arctic 2022.